Despierta es el nuevo espectáculo de la dramaturga Ana Rayo dirigido por Natalia Menéndez. Una propuesta escénica convertida en una aventura para que provoque las ganas de construir un mundo más bello y respetuoso con las mujeres.
Sinopsis
Ana Rayo pensó de pequeña que quería ser un hombre, pero en realidad lo que quería es que la tratasen igual que a su hermano. Ha transitado por terapias, trastornos alimenticios, llantos y búsquedas para atajar la estupidez humana. Ataca la hipocresía, la doble moral y dice que la liberación de la mujer es la liberación de la humanidad…
La dramaturga Ana Rayo nos cuenta una historia de superación de los estereotipos machistas, convertidos en errores educativos, para poder avanzar con igualdad en derechos y obligaciones. Escribe para sobrepasar una crisis existencial. La comicidad le salva porque si no se le quitan hasta las ganas de bañarse en el mar, un mar que ella ve lleno de cadáveres que intentaron llegar a las costas europeas.
Conmueven sus palabras casi como los golpes que recibió junto a su madre, coprotagonista de esta historia. Entre bromas, tacos y veras pasamos de los años cincuenta hasta nuestros días. En realidad, las bromas sirven para colarnos su dolor, su sorpresa ante un modo de educar a las mujeres en los años franquistas. Kinder Kuche Kirche son las bases de la ideología nazi que fue aplicada en la última dictadura española y, como ella dice: esos eran los territorios de las mujeres: niños, cocina e iglesia. Por eso está llena de rabia, que combina con una pedagogía personal, sencilla y con cierto grado de optimismo.
Consigue hacer un estremecedor homenaje a su madre y a sí misma. Víctimas de una educación injusta, inquietante y trastornada. Nos brinda su obra como un ramo de flores agredido y magullado; aunque logra que sea mordaz y bello. Recupera, desde una emocionada memoria, los archivos de los traumas y nos los lanza con claridad, harta de abusos. «Ya está bien». Es justo ese Ya está bien lo que me implica a este montaje.
Con la autora y la actriz, transitamos por las épocas con pinceladas en el vestuario, en la luz o en el sonido. Sin ahorrar dolor ni humor respiramos para seguir caminando a ritmo de tacones y de pies descalzos.
Ana Rayo pensó de pequeña que quería ser un hombre, pero en realidad lo que quería es que la tratasen igual que a su hermano. Ha transitado por terapias, trastornos alimenticios, llantos y búsquedas para atajar la estupidez humana. Ataca la hipocresía, la doble moral y dice que la liberación de la mujer es la liberación de la humanidad…
La dramaturga Ana Rayo nos cuenta una historia de superación de los estereotipos machistas, convertidos en errores educativos, para poder avanzar con igualdad en derechos y obligaciones. Escribe para sobrepasar una crisis existencial. La comicidad le salva porque si no se le quitan hasta las ganas de bañarse en el mar, un mar que ella ve lleno de cadáveres que intentaron llegar a las costas europeas.
Conmueven sus palabras casi como los golpes que recibió junto a su madre, coprotagonista de esta historia. Entre bromas, tacos y veras pasamos de los años cincuenta hasta nuestros días. En realidad, las bromas sirven para colarnos su dolor, su sorpresa ante un modo de educar a las mujeres en los años franquistas. Kinder Kuche Kirche son las bases de la ideología nazi que fue aplicada en la última dictadura española y, como ella dice: esos eran los territorios de las mujeres: niños, cocina e iglesia. Por eso está llena de rabia, que combina con una pedagogía personal, sencilla y con cierto grado de optimismo.
Consigue hacer un estremecedor homenaje a su madre y a sí misma. Víctimas de una educación injusta, inquietante y trastornada. Nos brinda su obra como un ramo de flores agredido y magullado; aunque logra que sea mordaz y bello. Recupera, desde una emocionada memoria, los archivos de los traumas y nos los lanza con claridad, harta de abusos. «Ya está bien». Es justo ese Ya está bien lo que me implica a este montaje.
Con la autora y la actriz, transitamos por las épocas con pinceladas en el vestuario, en la luz o en el sonido. Sin ahorrar dolor ni humor respiramos para seguir caminando a ritmo de tacones y de pies descalzos.
- Dirección:
- Autoría:
- Composición musical:
Mariano Marín - Ayudantía de dirección:
Pilar Valenciano
Marlene Michaelis - Voces en off:
Alma Baeza Ortega
Ana Rayo
Benito Sagredo
Blanca Serrano
Fátima Baeza
Juan Margallo
Mariano Marín
Merlín Baeza Ortega
Óscar Martínez-Gil
Petra Martínez
Pili Margallo
Rocío Muñoz - Escenografía:
Alfonso Barajas
Laura Ferrón - Iluminación:
Juanjo Llorens - Vestuario:
Lorenzo Caprile - Coreografía:
Mónica Runde - Música:
Mariano Marín - Fotografía:
Jesús Ugalde - Comunicación:
María Díaz Comunicación - Producción:
Teatro Español
Barco Pirata - Producción ejecutiva:
Nuria Cruz-Moreno
Adjunto a la dirección producción: Fabián T. Ojeda
Ayudante de producción: Blanca Serrano