La piel dócil explora nuestra fragilidad y resistencia a través de fragmentos que narran heridas, tanto personales como sociales, físicas o emocionales. Los personajes, voces e intérpretes se desdibujan y cada texto pertenece a un instante que queda aislado -a veces inconexo- pero que se mantiene en un estado de catástrofe próxima al resto.