Otra vez más, Madrid acoge uno de los musicales más importantes de la temporada. Una producción que reinventa el clásico con una muchísima energía, color y una visión contemporánea.
Al entrar al Teatro Coliseum el color, las flores y ese maravilloso zapato de Cenicienta te va introduciendo en la historia que estás a punto de vivir.
Es importante saber que no es un musical fiel a la historia literal del cuento, sino una versión muy diferente donde, estando presentes todos los personajes y elementos más emblemáticos, adapta la trama a tiempos más reales. Es la historia de una joven soñadora y un príncipe buscándose a sí mismo y queriendo saber como aportar lo mejor a su pueblo, respetando a las clases más bajas y aplicando la justicia para cambiar la visión de los poderosos del reino.
Visualmente, el espectáculo es alegre y colorido, donde la escenografía combina el encanto clásico con tecnología. Aunque eché en falta a los ratones, me gustó la propuesta que realizaron para convertir la famosa calabaza y los animales en esa fantástica “carroza con lacayos” como trasporte camino al palacio.
La música en directo, interpretada por una numerosa y magnífica orquesta, impone el ritmo del espectáculo, combinando a la refección con las coreografías del amplio elenco de actores y actrices. Algunos de sus números con guiños a otros clásicos como West Side Story.
El vestuario es impresionante, un colorido maravilloso, moderno e impactante, sin duda lo que más me gustó.
En cuanto a actores y actrices, todos realizan de manera impecable sus papeles, dotándoles de realismo y alegría, con unas voces impactantes tanto Cenicienta como el príncipe, unas divertidas hermanastras y una moderna madrastra cruel. Se acompañan de muchos otros personajes que dan vida al cuento, destacando magistralmente el papel del Hada Madrina interpretado por Mayca Teba. Un Hada Maravillosa, que va conduciendo la historia con una voz impecable y una puesta en escena única, llenando el espacio con su sola presencia.
Una historia de amor que invita a la lucha por la igualdad y el cambio social en beneficio de todos. ¿Qué más se puede pedir?