En esta entretenida obra, Jorge Javier Vázquez aparca la «frivolidad» de los platós televisivos para reflexionar sobre la brevedad de la vida a partir de los textos del filósofo, político y orador romano, Lucio Anneo Séneca. El humor y la profundidad caminan de la mano en una representación cuyo ritmo no decae en ningún momento. El ictus que sufrió en 2019 obligó al presentador a hacer un parón en su vida. Ese descanso forzoso y temporal le sirvió para hacer balance de su propia vida y es precisamente dicho acontecimiento el que le sirve como hilo conductor del discurso, un discurso que se estructura a la manera clásica según marcan los principios de la retórica en exordium–narratio–argumentatio–peroratio. Bien podría ser una charla TED donde la autoridad de Séneca convive con la experiencia del de Badalona. La virtud principal del espectáculo radica en saber abordar un tema tan tabú como el de la propia muerte (grandísima e incuestionable certeza que tenemos todos los seres humanos, aunque a veces no queramos reconocerlo) desde una perspectiva desenfadada y autoparódica. Han pasado nada más y nada menos que mil novecientos cincuenta y siete años desde que Séneca nos dejó (o mejor dicho, fue obligado a dejarnos). Sin embargo, sus enseñanzas y estoicismo siguen ahora más presentes que nunca.
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