Lo primero que debes saber si escoges esta obra es que no vas a asistir únicamente al teatro, asistes desde el minuto 0 a una conferencia del joven y estudioso Francisco Lutero en su intento (certero o no, eso ya se verá) de exponer sus estudios neurocientíficos sobre la duración del amor.
Esto nos enfrenta ante el primer dilema de la obra y de la vida, ¿se puede medir lo que dura el amor? Francisco de los Mozos (nombre real del protagonista y conferenciante) nos abraza con su discurso, introduce al público en cada reflexión, interactuando desde el principio y haciendo partícipe a los asistentes con preguntas y reflexiones, a veces más profundas y emotivas, y en otras ocasiones en clave de humor, pero siempre desde una cercanía e interpretación exquisita.
Explicar lo que pasa en esa sala en los 70 minutos de la obra sería destripar su funcionamiento y dinámica, algo que es lo que más sorprenderá al espectador sin duda y que le obligará a permanecer pegado a la butaca esperando el siguiente paso…
Destacar el dinamismo, las reflexiones durante y después, las intervenciones y la ciencia, porque la ciencia y la neurociencia está presente en la obra, pero si crees que al salir sabrás la verdadera respuesta de la afirmación de su título, deberás seguir buscando… porque en el amor, hay mucho más que ciencia.