Obra más que conocida, con música magistral de Chaikovski y una puesta en escena brillante de la mano del Ballet Clásico de Cuba Laura Alonso, donde se entrelaza la magia, el amor, la maldad y la dulzura.
Esta versión de Alicia Alonso cuenta con un elenco de grandes bailarines donde destaca la delicadeza de sus movimientos, el colorido de su vestuario y el dinamismo de los 4 actos, que provoca que, las dos horas de duración se hagan cortas y amenas.
La danza va guiando todo el argumento, presentando a cada personaje de una manera muy clara, con muy diferentes vestuarios, con una sencilla y bonita puesta en escena, haciendo que se identifique de manera estupenda cada personaje, como el príncipe Sigfrido, la reina, las mujeres pretendientes, los cisnes y por supuesto el malvado mago.
Más de 30 bailarines en escena, todos ellos maravillosos, coordinados e interpretando diferentes personajes y danzas muy variadas, incluso en algún momento con toques algo más modernos. Si bien, sobre todos ellos, destacan muy especialmente dos grandes bailarines que interpretan al bufón de la corte y a la princesa Odette, espectaculares en cada uno de sus movimientos.
El primero de ellos, el Bufón de la corte, destaca por su color, alegría y espontaneidad, con movimientos ligeros y delicados, pareciendo fácil y natural cada uno de ellos y guiando la obra en prácticamente todas las escenas.
La bailarina principal, que interpreta tanto a la princesa Odette como a Odile, hija del mago, es sin más espectacular. Parece flotar y no toca el suelo, cambiando su cara y danza en función de los momentos en que debe ser frágil y dulce como cisne blanco y los que debe ser malvada y cruel.
Sin duda, no puedes perdértelo, un espectáculo que hay que ver.