El método Grönholm, con Luis Merlo, Jorge Bosch, Marta Belenguer y Vicente Romero en el elenco, es simplemente una obra de teatro asombrosa. Te ríes con ella constantemente, pero realmente si lo piensas en frío te das cuenta de que te estás divirtiendo con una triste y cruda realidad: la de las entrevistas de trabajo, adentrándonos en cómo son muchas empresas durante estas entrevistas y dónde están nuestros límites.
Desde el segundo uno te introduces dentro de la obra, de los métodos que utiliza una empresa para encontrar el candidato o candidata ideal. Simplemente desde el primer segundo te introduces dentro de la obra, de la dinámica de grupo de la que somos testigos para conseguir un trabajo, de cómo algunos de los personajes pueden ser uno «impostores o no». El método Grönholm es también una obra didáctica, en cierta manera, porque nos enseña las distintas formas de ser de las personas ante una situación, como es en este caso una entrevista de trabajo, algo peculiar y algo atípica.
El elenco elegido es maravilloso y con un buen «feeling» entre ellos aunque sin duda, Luis Merlo y su personaje me han cautivado. No porque a su personaje a veces le quieras matar, por no decir casi siempre, sino porque gracias a él, los giros de la obra son impactantes y llenos de instantes en los que te quedarás serio y pensarás ¿qué me estás contando? Lo que hace Luis Merlo es asombroso: cómo pasa de un estado a otro en tan solo un instante y cómo logra que el público le siga sin que se escuche una sola mosca. Sin duda me ha dejado sin palabras.
Recomiendo esta obra a todos los que quieran no solo pasar un buen rato, sino también reflexionar sobre muchas cosas que no os desvelaré para no despedazaros El método Grönholm. Pero si tenéis la oportunidad, no os defraudará.
