Una propuesta súper diferente, muy original y totalmente fascinante que tiene como hilo conductor las cartas entre Vincent Van Gogh y su hermano Theo.
Durante casi dos horas estuve con la boca abierta, totalmente hipnotizada por la magia de la escenografía, que se extiende desde el escenario a las paredes de todo el teatro, por la maravillosa música compuesta por Ara Malikian, interpretada al violín en directo en varias escenas de la obra, que aporta un dramatismo y una fuerza brutal a las escenas, y por la interpretación, que es ya punto y aparte, no tengo palabras…, todos y cada uno de los actores que pasaron por el escenario de entregaron a sus personajes con una pasión y un talento tan difíciles de ver a veces pero que se agradecen tanto. Geniales todo el elenco tanto en interpretación como en danza, pero merece una mención especial Cisco Lara, que interpreta a Vincent ¡qué papelón! ¡qué trabajazo! ¡qué gran actor y bailarín! Uno de esos descubrimientos que te regala el teatro y al que espero seguir viendo en otros trabajos porque le sobra talento para triunfar en lo que quiera.
En definitiva, una obra fascinante, que te envuelve, te hipnotiza y consigue que sientas profundamente la obsesión, el tormento, el dolor y también el amor que el ARTE provocaba en el alma y el cuerpo de Vincent.
Hay que verla, sin duda.