La pregunta no es si has visto alguna vez Grease, la pregunta es: ¿cuantás veces la has visto? Sinceramente, yo no puedo contarlas. Ahora, Grease El Musical ha vuelto y lo ha hecho por todo lo alto para celebrar su 50 cumpleaños con mucha música, baile y rock and roll.
Un vestuario y un escenario lleno de color, muy vivo, que cambia en un abrir y cerrar de ojos para transportar al espectador con una facilidad abismal de una hamburguesería a un taller de coches, a una pista de atletismo, a un vestuario, a una peluquería o a una alocada habitación.
El escenario transmite tanta frescura como su joven elenco de actores, que te dejan impresionado en la butaca por su forma de bailar, cantar e interpretar, y solo puedes pensar: «¡esto solo acaba de empezar para ellos!». Todo ello, aderezado con buena música en directo.
Grease es una historia de amor que todos conocemos, entre Sandy y Danny Zuko, que se desarrolla en el instituto Rydell High junto con un grupo de estudiantes entre los que destacan Rizzo, Frenchy, Kenickie, Marty, Cha Cha…que nos devuelve a nuestros años de adolescencia y a las emociones que todos alguna vez hemos sentido en la época del instituto: las presiones de grupo, la amistad, el amor, las dudas existenciales, la personalidad forjándose o intentándolo, etc; un auténtico baile de hormonas que acompañan a las ganas de bailar de cada uno de los espectadores en sus butacas.
