Ver Grease siempre es divertido. Pero si lo haces con una persona que no conoce el musical, y para colmo es adolescente, la experiencia es absolutamente increíble.
Con ésta, ya son cuatro las versiones de “Grease” que he disfrutado a lo largo de mi vida. No digo que haya sido la mejor, pero me ha gustado mucho y, además, me ha sorprendido la calidad vocal de Mía Ladner, la actriz que interpreta a Sandy: una voz brillante, limpia y divina.
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También me ha gustado encontrarme con un elenco jovencísimo, sacado de las canteras de Rey León y Billy Elliot. Les faltaba un poco de ritmo en alguna escena, pero creo que ha sido un fallo de dirección y no tanto de los artistas en escena.
El hecho de que fueran tan jóvenes logró que mi pequeña acompañante, recién estrenada en su época de instituto, conectara aún más si cabe con la historia. No paraba de hacer aspavientos con las manos, esconderse bajo su chaqueta de cuero diciendo “qué cringe todo”, pero a la vez partiéndose de risa con los chistes, algunos un poco malillos, pero claramente dirigidos a un público púber. Yo me meaba de risa viéndola disfrutar y el circo que montaba con cada escena.
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Disfruté mucho con las intervenciones de Adrián Lastra, uno de los mejores artistas de este país y, quien a pesar del grave accidente que sufrió, ha podido participar en el montaje. El número musical que se “marca” junto a Sònia Vallverdú (Frenchy) es una delicia.
TE VA A GUSTAR
Si tienes ganas de una tarde divertida, con ganas de ritmillo y mucho de revival. ¡Muy recomendable para ir en familia a partir de los 12 años!
