¿Qué se puede decir, después de tantas representaciones en estos años de una zarzuela divertidísima, con una ingeniosa trama que te mantiene todo el tiempo atenta a cada detalle?
Sinceramente yo nunca la había visto representada y me ha sorprendido toda la trama, llena de enredos amorosos y situaciones delirantes, con ingeniosas conversaciones, personajes joviales, un colorido decorado, unos bailarines muy sugerentes, un magnífico coro… de verdad que no ha habido ni un momento de distracción o de menor atención.
La música en directo, con su gran orquesta es espectacular, divertida y pegadiza. Los decorados son maravillosos y que, acompañados de una magnífica puesta en escena de luces, hace que te transportes al antiguo Egipto desde el primer momento.
Los vestuarios son muy originales, combinando trajes tradicionales de la época faraónica con otros más modernos y actuales, muy ajustados al estatus de cada personaje para dar mayor credibilidad.
Los personajes son magníficamente interpretados, muy creíbles y divertidos. No podría decantarme por uno en concreto, ya que todos construyen esta fastuosa corte, su diversidad, sus lujos y sus luces y sombras.
En la fase final hay momentos de mayor interacción con el público gracias a Sul la Babilónica, sacando a la luz su sátira divertida y sus diálogos inteligentes con momentos de total actualidad.
Si bien, en el teatro vi muy pocas personas jóvenes, algo que deberíamos cambiar para acercar a las personas más jóvenes a la zarzuela y que conozcan un género maravilloso, sorprendente y muy nuestro. Sin duda, a mí ya me han ganado para siempre y la próxima la veré en familia.