Todos tenemos puertas cerradas en nuestras vidas. O las hemos tenido. Abrir baúles y atravesar dinteles dolorosos es un trabajo duro y que a veces puede llevarte años o incluso la vida entera.
Isabel Díaz ha escrito un texto en el que Marc, un hombre normal, va desgranando poco a poco sus miedos, sus límites, sus terrores y sus errores. Atravesará puertas y romperá las ataduras que han hecho de él un inválido emocional. Quizá Marc sea normal porque no se atreva a no serlo. Miedos, desvanes, pozos, límites. Eso es Marc. Y a eso se tendrá que enfrentar par salir de su sima particular. Si es que quiere salir. Si es que puede salir.
Clara Cosials dirige con mano firme y sin florituras y Mariano García Espada se deja en el escenario mucho más de que se dejaría cualquier actor. Literalmente desgarra su alma delante de nosotros y nos descubre por qué Marc es como es, si es lo que quiere o lo que puede ser y cómo seríamos nosotros si fuéramos Marc. Marc es un gran espejo, el marco de una puerta que no todos se atreven a cruzar y un reflejo que no todos quieren o pueden reconocer. El laberinto de una mente incómoda.