La coreógrafa y bailarina Nuria Guiu se formó a la compañía IT Danza del Instituto del Teatro, pero actualmente ya es reconocida internacionalmente; por poner algún ejemplo reciente, ha trabajado hace pocos días con la formación sueca Cullberg Ballet en el Mercado de las Flores o también con la francesa Gisèle Vienne y la noruega ingreso Fiksdal.
Likes es un proyecto en Residencia en la Sala Hiroshima de Barcelona, una sala a la que está asociada Núria Guiu desde el año 2015, lo que según ella misma le da una cierta estabilidad en su carrera en solitario.
Likes ha sido seleccionada (entre cientos de candidatas) por la plataforma europea Aerowawes como una de las mejores piezas del momento y se presentará en Bulgaria durante el mes de marzo ante programadores de todo el mundo.
Cuando ya estábamos los espectadores preparados para ver el espectáculo, Nuria se dirige a nosotros, nos saluda y se sienta delante de su ordenador. Dice que antes nos quiere explicar el proceso de creación del que después veremos … y efectivamente nos da todo tipo de detalles. Nos pregunta directamente quién tipo de objetos materiales o inmateriales vemos relacionados con un cierto prestigio social … en principio, lógicamente silencio… pero poco a poco decimos lo que nos viene a la cabeza… un iPhone, una buena moto, un todo terreno … hasta y todo un dice «tiempo de disfrute». Nuria nos hace ver que todo esto tiene mucha relación con nuestro nivel económico.
Desde hace un par de años, Núria Guiu estudia antropología, y eso le ha llevado a indagar en el mundo de la cultura digital, las redes sociales y su relación con el poder económico. Su investigación relaciona los like que utilizamos en las redes con la comercialización del cuerpo, desde el preciso momento en que muchas empresas se han dado cuenta de que pueden utilizar los «me gusta» a fin de conseguir réditos económicos.
Su espectáculo lo ha planteado a partir de los «me gusta» de un par de «mundos» que le interesan, por un lado el mundo de yoga (una de las prácticas físicas con más seguidores en internet a través de un montón de tutoriales, que enseñan la técnica para poder practicar en casa) … y por el otro, el mundo de los «cover dance» tan popular en los países asiáticos y también en Estados Unidos, donde miles de personas anónimas imitan los bailes de famosos y cuelgan sus vídeos en internet.
Ella misma a través de su ordenador maneja los efectos de luz y sonido… e incluso nos muestra cómo interactúa con los efectos con humo. Poco a poco y a medida que transcurre el espectáculo se va desnudando y no únicamente físicamente sino en todos los sentidos, y nos muestra el ser humano que lleva dentro.
Difícilmente podemos explicar por escrito las emociones que un espectáculo de danza puede transmitir, donde la única coreografía que vemos son los movimientos del cuerpo de una sola persona, movimientos lentos, casi estáticos, o sincopados y brutalmente frenéticos.
Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto de un espectáculo de danza, absolutamente magnífico a pesar de su pequeñez, porque es de una sensibilidad exquisita …. y quizás lo mejor de todo es que la misma protagonista nos ha explicado el porqué de las cosas … y eso no tiene precio.
Nuestra valoración es de 10 sobre 10.
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