Cásate y ten hijos o la soledad.
Desde esta dicotomía, Pablo Remón explora a partir de sus propias experiencias qué Rositas se ha ido encontrando.
Francesco Carril, como doppelgänger de Remón, tira del hilo de la vida para presentarnos una (o su) historia, compuesta de relatos que son, según se vea: verdad-verdad, verdad-mentira o ensoñación. Remón aprovecha todos los mecanismos teatrales a su disposición para hilvanar una historia integrada por algunos de los momentos de ‘Doña Rosita, la soltera’ y, a su vez, para plasmar una historia actual: la presión social por ¿amar? y ser correspondido.
Fernanda Orazi y Manuela Paso están soberbias en una multiplicidad de papeles, ocupando la escena, ora en prosa y ora en verso, imprimiendo una cotidianiedad impropia de la escena española pero tan necesaria en su calidez para con el público.
El trío actoral se ve acompañado de toda una serie de elementos que están ahí para recordarnos de dónde venimos. La escenografía, iluminación y espacio sonoro corren a cargo de alguno de los habituales de Buxman Producciones que ya son engranaje: Mónica Boromello, Sandra Vicente y David Picazo.
Esta es una historia de dentro hacia fuera, contada desde las vivencias cotidianas para acercarnos a Lorca al salón de casa.
Fuera de mí, el silencio. Dentro de mí, el jardín.