Paella es pa-ellas, pa-ellos y pa-todo el que quiera pasar un gran rato en el teatro y disfrutar de la magnífica interpretación de dos grandes: Nerea Moreno y David Fernández “Fabu”, que además es autor de la obra.
Es una comedia muy original, alocada, y a ratos muy intensa, que no te dejará indiferente y cuanto más aficionado seas al teatro, más te gustará y más sabrás aprovecharla (no disfruta igual una paella quien se come solo el arroz que quien chupa hasta las cabezas de los gambones, esto es así). Paella es un juego teatral, metateatral, en el que los límites de la ficción y realidad, de los personajes y los actores, están permanentemente desdibujados. La cuarta pared no se rompe porque prácticamente no existe: el público es un invitado más a la reunión de compañeros de trabajo en la que se cocina esa paella que dará al traste con la relación entre Amparo y Federico. Y el público, es también público de la obra que interpretan Amparo y Federico o Nerea y David a lo largo de la función.
Siendo estrictos (gastronómicamente hablando), lo que se cocina en el escenario de Paella no es una paella como tal; es más bien un arroz con cosas, ¡con muchas muchas cosas! que a priori pueden resultar poco compatibles pero que al final combinan a la perfección para lograr el objetivo final: hacer un gran homenaje al teatro, al teatro del absurdo, al tiempo que se ponen de manifiesto las desigualdades entre hombres y mujeres, sobre todo en el ámbito laboral y unos roles de género muy marcados. Todo aderezado con micro y macro machismos nada disimulados, que delatan a los personajes (o a los actores que interpretan a esos personajes) porque en muchas ocasiones no lo ves muy claro.
Sea como sea, merece la pena entrar en el juego de Paella y, como invitado, lo que te guste te lo comes y lo que no, lo apartas, como los guisantes. The Show Must Go On!