Un texto de Pau Coya basado en un caso real que tuvo lugar en Madrid en el 2021, cuando un joven de sólo veinte años denunciaba una brutal agresión homófoba que resultó ser mentira es el punto de partida de Polvo de diamante, pero como ya nos adelantan sus protagonistas (Dafnis Balduz y Albert Salazar) en cuanto salen al escenario , esa es solo la inspiración para lo que realmente esta historia quiere contarnos.
Una obra con una puesta en escena minimalista, sin aritificios, pero cuidada al detalle para que podamos seguir, sin ningún problema, los cambios de tiempos y de personajes (Dafinis interpreta en el escenario a varios personajes distintos) que tienen algo que aportar en esta historia.
Una reflexión sobre el amor, la autoestima, el miedo, la doble moral, los riesgos que estamos dispuestos a asumir en una época de nuestra vida y las consecuencias que cualquier decisión pueden acarrear en el devenir de nuestro futuro. Un texto complejo, pero a la vez simple, con momentos muy duros que desde luego no dejan impasible al espectador.
Con un duelo actoral realmente impresionante de Dafnis y Albert, que cautiva desde el minuto uno a los asistentes. Un trabajo escénico muy exigente, tanto en ritmo como en trabajo físico que , en el caso de la representación que vimos nosotras, todavía tenía, si cabe más mérito porque era la primera representación en castellano de una obra que ya llevaba tiempo girando por los escenarios pero siempre en catalán.
Tuvimos, además, la suerte de verla en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, que siempre es un lujo para cualquier obra, pero mucho más cuando tienen un tinte intimista como esta. Si a ello le sumamos que pudimos acudir a la representación de un viernes que tenía coloquio con el equipo artístico después, hizo que la experiencia fuera completa.
Totalmente recomendable, sin duda.