Segunda sesión de teatro documental en el Pavón Teatro Kamikaze que es la otra cara de la moneda; la inocencia del acusado en este caso es ligera, volátil y cuestionable. El toque kamikaze no falta en esta producción de Aitor Tejada y Jordi Buxó.
El interrogatorio guiado por los inspectores interpretados por Joaquín Climent y Javier Godino no tiene grandes estridencias ni palabras rimbombantes. De hecho, hasta un momento muy avanzado de la obra no sabemos de qué se acusa al investigado y sobre esa incertidumbre construye Jordi Casanovas las transcripciones de este interrogatorio.
Adrián Lastra, ensimismado y completamente absorto en un personaje nada fácil de atajar, brilla con luz propia desde el escenario a través de silencios, gestos y peculiar idiosincrasia de Martin Bryant.
David Serrano explora desde su dirección los límites entre verdad e hipocresía, entre un ser sádico y un ser irónico.
Sinceramente, es un esfuerzo psicológico al que se somete al espectador pero que vale la pena solo por revisitar todas las (medio)verdades que se nos plantean en el día a día.