El Pavón Teatro Kamikaze ha estrenado su esperado programa doble de teatro documento: suceso escénico que fundamenta su dramaturgia alrededor de un hecho real. En julio de 1996 en el estado australiano de Tasmania se produce una masacre en una prisión colonial. Port Arthur es la obra dirigida por David Serrano con texto de Jordi Casanovas a partir de la transcripción del interrogatorio, filtrado en la red, que trata de esclarecer la matanza de Australia que llevó a la prohibición nacional de las escopetas semiautomáticas y los rifles.
Un soberbio Adrián Lastra es Martin Bryant, el hombre acusado de haber cometido un terrible crimen que declara no recordar. Durante su interrogatorio en la prisión de Risdon, dos inspectores de policía, Joaquín Climent y Javier Godino luchan por conseguir que confiese y declare su culpabilidad en el último día de interrogatorio.
La escenografía magnífica te sumerge de lleno en una sala de interrogatorios en la que tanto el espacio sonoro como el lumínico contribuyen al desarrollo del hecho teatral que brilla por la solvencia absoluta del trío protagonista. Adrián Lastra te atrapa por completo desde el comienzo convertido en el calculador y templado psicópata Martin Bryant. Un enorme trabajo de interpretación muy cuidado y centrado en la expresión.
La entremezcla del contexto de la historia con el propio interrogatorio es un acierto que ayuda a situar al espectador ante el porqué de la situación que se está presenciando. El ritmo de la obra transmite el tedio de una interrogación policial y la dificultad del mismo ante un sujeto como Martin. La magia de la función no está en lo que sucede sino en cómo sucede: las expresiones de Martin, sus reacciones a las preguntas de los policías y la desolación creciente de estos. La brillantez del hecho escénico subyace en la sobresaliente calidad interpretativa del elenco actoral que te introduce por completo en la historia, con el deseo de conocer qué pasó realmente y el gran interrogante sin resolver: ¿por qué lo hizo?