¡Es posible! ¡Claro que es posible! Se puede hacer el peor musical de la historia con el mejor equipo y viceversa, un gran musical con lo peorcito que se vayan encontrando por ahí. Y se puede ser tan gamberro como Àngel Llàcer y hacer equilibrios sobre los delgados ¿límites del humor? y no solo salir victorioso y aclamado, sino conseguir que el público del Nuevo Alcalá acabe con la mano en alto sumándose a una aventura descabellada engalanada con esvásticas y bigotes cepillo. Eso sí, (no asustarse, o sí), todo muy rosa y muy gay.
The Producer es un gran plan, muy recomendable, para quienes conozcan la historia de Mel Brooks y los que no (como era mi caso). Un musical divertido, explosivo, repleto de situaciones disparatadas, muy disparatas -algunas surrealistas- con grandes números musicales, bailarines de altísimo nivel, orquesta en directo y canciones muy divertidas. Nos quedamos con las ganas de ver a los protagonistas Armando Pita y Ricky Mata de los que teníamos muy buenas referencias pero sus covers, Oriol Burés y Alexandre Ars fueron dignos merecedores de los sombreros de Broadway y defendieron de forma excepcional el papel de los dos productores que pretenden hacerse ricos con el peor musical de la historia. Muy divertida también Mireia Portas en el papel de Ulla, una sueca que no se hace la sueca cuando le proponen el papel de su vida.
¿Y Àngel Llàcer? ¿Qué decir de Àngel Llàcer? Que junto a Manu Guix, hace magia en The Producers y que es un animal escénico, una fiera, un showman, un actor y director con la boca y los bolsillos muy grandes (en la ficción y en la realidad)… literalmente se come el escenario y se mete al público en el bolsillo aunque sus trajes de luces y lentejuelas en The Producers no los tenga.
¡Es posible! ¡Claro que es posible! Dejarnos llevar por un disparatado musical, echarnos unas cuantas risas y olvidarnos por rato de la condenada tentación de sacar punta a todo lo que nos rodea. We Can Do It!
