«The Producers», una adaptación musical del clásico de comedia de Mel Brooks, irrumpe en el escenario con una explosión de risas y energía. La producción combina de manera magistral la ingeniosa narrativa de Brooks con números musicales vibrantes y actuaciones extraordinarias.
Desde el momento en que se levanta el telón, me transporté a un mundo de excentricidades y situaciones hilarantes. La trama sigue a dos productores teatrales, Max Bialystock y Leo Bloom, que intentan crear el peor espectáculo de Broadway para embolsarse el dinero de los inversores. Sin embargo, una producción que tenía todas las papeletas para cumplir ese cometido, una oda a Hitler, se convierte en todo lo contario: ¡un exitazo!
El elenco es simplemente excepcional. Estuve viéndolo el día después del estreno y los papeles principales los ejecutaban los «cover» de una manera excepcional. El elenco está formado por un buen grupo de disfrutones y eso se notaba en la butaca. Eso se sentía en la butaca. Los actores capturan a la perfección la esencia de sus personajes, desde la excentricidad de Max Bialystock hasta la torpeza adorable de Leo Bloom. Sus habilidades vocales y su talento para la comedia hacen que cada momento en el escenario sea algo que trasciende al público. Mención especial para Àngel Llàcer que sabe, sin ninguna duda, aprovechar todo su potencial y dirigir, dentro y fuera, todo lo que ocurre en escena.
El diseño de la escenografía también merece elogios. Las transformaciones entre los entornos me parecieron muy bien ejecutadas y añadían un extra realmente importante para entrar en el juego y sentirte parte de este «metamusical».
En resumen, «The Producers» es una deliciosa comedia musical que deleitará a los amantes del teatro con su ingenio, su música pegadiza y sus actuaciones estelares. Es una experiencia teatral que no se puede perder para aquellas personas que buscan una noche llena de risas y entretenimiento. Recomendadísima para salir cantando «hazlo gaaaaaay».