No os perdáis The Producers, una versión de Àngel Llàcer y Manu Guix con la productora Nostromo Live del gran éxito musical de Mel Brooks; el musical más premiado de la historia (Tony, Oscar, Grammy).
El equipo directivo vuelve a estar integrado por Àngel Llàcer y Enric Cambray (dirección escénica), Manu Guix y Gerard Alonso (dirección musical), Miryam Benedited (coreografías) y Maria Bossy (coreografías de claqué). De la parte técnica hay que destacar el diseño de iluminación de Albert Faura, el diseño de vestuario de Marc Udina, el sonido de Roc Mateu y la escenografía diseñada por Enric Planas. En cuanto a la interpretación, todos lo hacen de fábula. Armando Pita, Ricky Mata, Mireia Portas, Bittor Fernández, Àngel Llàcer. Todos son muy buenos actores, cantantes y bailarines. Los integrantes del cuerpo de baile nos regalan momentos escénicos realmente maravillosos.
The Producers lo tiene todo: luz, color, humor, situaciones hilarantes, una puesta en escena espectacular, unos músicos extraordinarios, unos actores y cuerpo de baile fuera de serie, unas coreografías magníficas, cada canción es un gran número musical, la música es en directo, no hay nada grabado, las partituras son originales de Broadway. Buenas voces, buenas coreografías y buenas interpretaciones. Muchos cambios de vestuario. Casi unos treinta cambios de escena. Una puesta en escena muy realista. Todo es muy cinematográfico, con muchas escenas iconográficas de la película y algunas que hacen referencia a las del musical de Broadway, pero con un estilo más actualizado.
The Producers es un musical vitalista, positivo, optimista, ágil, divertido y glamuroso; un musical a la altura de cualquiera de los que se pueden ver en Broadway, brillando, impecable, de gran calidad. Es una obra que se ríe de todo lo que es políticamente correcto. Es una sátira al nazismo, a Hitler y a los pensamientos totalitarios. Habla de libertades a través del humor y nos invita a reírnos del poder.
Tenéis que ir a ver The Producers por tres razones: primero porque es una magnífica oportunidad de ver un musical de gran calidad, segundo porque os lo pasaréis genial y tercero para hacer realidad el deseo de Mel Brooks, que todo el mundo se ría de Hitler.
