Una fantasía en rosa y verde

Había intentado ver la película en varias ocasiones en el cine, pero ninguna resultó, llámalo destino o casualidad, pero creo que ha sido maravilloso llegar totalmente “descontaminada” a este musical que, en mi opinión, es uno de los estrenos top de la temporada y espero que esté muchos años en nuestro Broadway particular.
La historia es muy potente, ya que aunque dentro de ese mundo de Oz totalmente fantástico, muy Disney en cierto sentido, en el que los animales hablan, los monos vuelan y las personas pueden ser de color verde, se tocan temas como la amistad, los prejuicios, la discriminación, la búsqueda del propio camino, la fidelidad a uno mismo y el amor (por supuesto).
El mundo de Oz está genialmente materializado en la escenografía, con esas flores rosas y esos cristales verdes (realmente me sentí dentro de Ciudad Esmeralda), y qué decir del diseño de vestuario, maravilloso en todos y cada uno de los personajes, hasta del más secundario. Todo cuidadísimo hasta el más mínimo detalle.
El Mago de Oz en esta ocasión, se echa a un lado y deja el protagonismo en manos de dos mujeres. Cristina Picos como Elphaba y Cristina Llorente como Glinda están soberbias sobre el escenario, cantan increíble, actúan con una verdad impresionante y tienen una química entre ellas que traspasa la cuarta pared. Elphaba con esa fuerza y tenacidad del personaje, con una pasión arrolladora que trasmitía en sus palabras, gestos y sobre todo en sus canciones (¡¡qué voz!! ¡Y qué temas tan buenos!) y Glinda, tan naif, tan ingenua y superficial, pero bondadosa y generosa, con ese punto cómico tan bien conseguido por Cristina Llorente.
WICKED es, en definitiva, una fantasía de musical que lo tiene todo: grandes intérpretes, buenísimas canciones, una escenografía espectacular y un mensaje positivo. No te lo puedes perder, yo repetiría sin dudar.