Hay un lugar en el mundo, que antes o después, todos visitamos y que todos olvidamos. Es ley de vida. No es cuestión de memoria sino de incomprensión. Incomprensión hacia uno mismo y hacia los demás. Ese lugar, es en realidad, un momento de nuestras vidas llamado adolescencia.
Alberto San Juan aceptó el encargo de Andrés Lima de volver a esa etapa difícil de tránsito entre la niñez y la vida adulta para investigarla, analizarla y transformarla en un montaje teatral, un thriller contemporáneo, que retratara la violencia y su vinculación con los adolescentes del siglo XXI. Así surgió Asesinato y adolescencia que se ha estrenado esta semana y con la que se inaugura la temporada en Naves del Español. El montaje estará en la Sala Max Aub de Matadero hasta el 5 de noviembre y cuenta con el mismo equipo artístico que llevó a escena Prostitución.
Asesinato y adolescencia es una historia sobrecogedora e impactante de soledad y crisis protagonizada por Lucía (Lucía Juárez) y Luis (Jesús Barranco). Según Andrés Lima esta es la historia de «dos soledades que vagan por las calles y que al encontrarse, establecen una relación conflictiva y peligrosa». Los personajes, una adolescente rebelde y un adulto que es un presunto asesino de jóvenes, tienen una vinculación con la violencia que nos irá llevando hacia un callejón ¿sin salida? ¿sin futuro?
Es precisamente esa pregunta, una de las que surgen durante el proceso creativo de la obra: ¿Cómo se sale de esto? ¿Hay futuro? Inspirada en la película ‘M, el vampiro de Dusseldorf’ de 1931 este thriller es el resultado de un proyecto de investigación en torno a la violencia, la adolescencia y la relación de los adultos con esa violencia y con los jóvenes. Ensayos, estudios, entrevistas, talleres y, sobre todo, encuentros con adolescentes que de alguna manera también tienen su protagonismo en la obra a través de proyecciones audiovisuales. Realidad y ficción se dan la mano de una manera muy especial en esta obra.
«Es una historia clara, sencilla y directa pero que encierra mucha complejidad y muchas preguntas sin resolver» reconocía Andrés Lima durante la presentación en el Teatro Español, en la que también confesaba que había sido «un proceso complejo; uno de los más complejos en los que ha trabajado». El punto de partida fue «una inquietud sobre la violencia; violencia hacia la adolescencia, la violencia desde la adolescencia y la violencia de la adolescencia sobre sí misma además de la violencia estructural». Y luego están los jóvenes… ¿Qué sienten? ¿Cómo lo expresan? ¿Qué buscan? ¿Qué esperan?. Es francamente interesante escuchar algunas de las conclusiones a las que llegan Alberto San Juan y Andrés Lima tras la investigación y su encuentro con los jóvenes. En general, les perciben angustiados, perdidos, carentes de educación emocional, con sensación de violencia y necesitados de una confianza (en sí mismos y en los demás) que desean pero que no acaban de encontrar. La palabra más repetida por los jóvenes con los que han trabajado ha sido angustia y ansiedad. ¿Y el futuro? «Su idea de futuro está en crisis», la gran diferencia —reconoce San Juan— respecto a la juventud y adolescencia que recuerda haber vivido él.
«El teatro no está para solucionar y resolver problemas sino para inquietar y hacer reflexionar al público» —dice Lima. Del caso extremo que se representa en Las Naves del Español emergen varias cuestiones: ¿Somos una sociedad violenta? ¿Es posible, en medio de la violencia, la filosofía del cuidado? ¿Nuestras relaciones personales son de violencia o de cuidado?. La obra ha querido plantear la carga de angustia que puede tener un adolescente en 2023 en un mundo dominado por lo visual, lo digital y las redes sociales. «Esa angustia, ansiedad y falta de confianza es, en ocasiones, la punta del iceberg de realidades como el suicidio» y autolesiones, que también se reflejan en el montaje.
«El teatro no está para solucionar y resolver problemas, sino para inquietar. »
Asesinato y adolescencia es una obra inquietante y sobrecogedora, y dura. Incita a una reflexión sobre la relación que cada uno tiene con la violencia a partir de la encrucijada que nos plantean Andrés Lima y Alberto San Juan y la magnífica interpretación de Lucía Juárez y Jesús Barranco.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años. Si buscas obras y espectáculos para jóvenes, no te pierdas nuestro artículo sobre Teatro Joven, una selección de TeatroMadrid de las mejores obras de teatro para jóvenes y adolescentes en Madrid.
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