¿Somos conscientes, a día de hoy, de los efectos reales de las redes sociales? ¿Encontramos lo mejor del ser humano o lo peor? ¿Creemos ciegamente todo lo que vemos en ellas? ¿Entendemos realmente que, detrás de una imagen o comentario, hay una persona que en el fondo está buscando validez, comprensión, amor? Estas y muchas otras cuestiones son las que rondarán por la cabeza de aquel que vaya a ver Cacophony, una propuesta potente y coral que fue estrenada en el contexto del programa joven del Almeida Theatre de Londres y que, tras su éxito en la Sala Beckett de Barcelona, viaja a la capital para desafiar al espectador tratando temas como la cultura de la cancelación, las redes sociales, la mentira y la denominada cuarta ola feminista.
El montaje, escrito por la creadora británica Molly Taylor y dirigido por Anna Serrano Gatell ―con quien conversamos en esta entrevista―, se estrena por primera vez en lengua castellana en el Teatro de la Abadía, adaptado por la dramaturga Eva Mir. Un espectáculo que sin duda planteará muchas preguntas a los espectadores que vayan a descubrirlo del 15 al 24 de noviembre en la Sala Juan de la Cruz del conocido teatro.
Para ir calentando motores, entrevistamos a Clara Sans, actriz que interpreta a varios personajes de la obra y a su directora, Anna Serrano Gatell.
¿Creéis que, a día de hoy, somos conscientes realmente de los efectos de las redes sociales en nosotros como individuos y en la sociedad?
Clara Sans: No nos estamos dando cuenta del todo. Por ejemplo, con lo que estamos viviendo esta última semana con la tragedia de la Dana en Valencia o con el caso de Errejón. Siento que en redes todo el mundo puede abrir un debate sin tener un conocimiento real o completo de lo que está hablando. Está muy bien que la gente pueda dar su opinión, pero te escudas detrás de un anónimo y es muy fácil que las opiniones se tergiversen. En realidad, es un tema que me produce un poco de ansiedad. Reconozco que estoy un poco enganchada a las redes. Hay momentos en los que pienso que me gustaría que paráramos un momento y que, en lugar de que la verdad absoluta se debatiera a través de en una red social, hubiera un debate real, humano, donde comunicarse y hablar cara a cara con las personas.
Anna Serrano Gatell: Abruma, agobia la exponencialidad que tienen las redes. Lanzas algo y puede hacerse tan grande en un instante tan corto que da miedo. No hay ningún control, no hay ningún límite. Todo vale, para lo bueno y para lo malo. Lo que da miedo es que creo que el 80% son mensajes de odio y el 20% información o cosas bonitas. También en las redes hay este componente de la temporalidad. No hay espacio para un debate real o para una reflexión. Esto da miedo. Cuando dices algo en redes no tienes espacio para cambiar la narrativa o reflexionar, porque al instante ya 500 personas han opinado sobre eso, van muy rápido.
¿Qué podemos encontrar en el teatro que no hallamos en las redes sociales?
Anna Serrano Gatell: La comunidad, lo físico, el encuentro. Esta cosa mágica de respeto, de escucha, de permitirse un momento para escuchar simplemente y recibir. Estar abierto y dejar que pasen cosas. Además, es un momento en el que no miras el móvil. En los ensayos dejamos también los teléfonos en una sala aparte, no los miramos en toda la mañana.
Clara Sans: Es un alivio. Es el único momento en el que puedes desconectar de lo de fuera y estar en comunidad. El teatro, las series o las películas te permiten tener ese tiempo posterior de reflexión personal.
¿Qué buscamos entonces en las redes sociales? ¿Qué busca el personaje de Abi en Cacophony?
Anna Serrano Gatell: Encontrar su sitio, preguntarse quién es, exponerse, sentirse querida, buscar el reconocimiento y afecto de los demás. También sentir que tienes un propósito, que sirves para algo. La gente joven, que es cuando se está desarrollando, busca crear una identidad.
Clara Sans: Sí, y encontrar la aceptación del otro. Muchas veces ni siquiera eres consciente, quieres que haya likes y tener un subidón de ego instantáneo. Es muy peligroso en realidad porque la vida real no está allí, está en la calle. Publicas lo que quieres que la gente vea.
Anna Serrano Gatell: Sí, y también estás en ellas porque quieres saber lo que hacen los demás.
Después de trabajar en esta obra, ¿ha cambiado vuestro uso respecto a las redes sociales?
Clara Sans: En mi caso, intento tener más tolerancia. Si veo que una persona ha hecho un post con el que igual no estoy de acuerdo, reflexiono que es porque necesita desahogarse e intento no juzgar, no darle tanta importancia.
Anna Serrano Gatell: Yo intento ser más consciente del poder que tienen, darme cuenta de que detrás de todos esos comentarios de rabia o de amenaza hay una persona que los está recibiendo.
¿Qué de especial tiene el texto de Cacophony?
Anna Serrano Gatell: Estaba buscando textos porque tenía ganas de dirigir algo con gente joven y me interesaba además una pieza que fuera coral y que permitiera el juego. Estaba en Londres, en una librería, y descubrí Cacophony. Me llamó la atención la cantidad de posibilidades que ofrece el texto en cuanto a la dirección y al juego con los actores. La función original se planteó con dieciséis actores y yo disponía de menos y me gustó también enfrentarme a ese reto. Además, el tema que trata y cómo lo trata me parece muy interesante.
Clara Sans: Yo, como intérprete, —y creo que nos pasa a todos los actores de la obra— considero que es un texto que te gusta decirlo, porque es un lenguaje coloquial, que utilizas en tu día a día. También, porque muchas de las conversaciones son las mismas que podría tener yo con mis amigas o compañeros de piso. Apetece poner sobre el escenario algo de lo que todo el mundo habla ahora mismo. Como ha dicho Anna, es un texto que te da la posibilidad de jugar, son muchos los personajes que abarcamos entre todos.
Anna Serrano Gatell: Molly Taylor lo escribió contando también con los actores del Almeida Theatre de Londres, actores muy jóvenes, y se nota esa esencia en el texto. Cuando hice la adaptación al catalán junto con Oriol Puig Grau teníamos muy claro que tenía que transmitir eso.
¿Un texto coral tiene más complejidad que otros tipos de texto?
Anna Serrano Gatell: En cuanto a la dirección, siempre me ha gustado embarcarme en cosas un poco locas, es lo que me gusta. Esto requiere un esfuerzo extra porque tienes que estar mirando a siete personas constantemente. Esto me provoca adrenalina de la buena, me encanta tener tantos elementos con los que jugar, tantas posibilidades. Hay una escena, que es una fiesta, que para que salga bien tiene que tener una partitura milimétrica. La ves y puede parecer algo muy fresco e improvisado, pero tiene una construcción muy acurada.
Clara Sans: Obviamente cada texto tiene su dificultad, pero en Cacophony lo que ocurre es que, como intérprete, tienes que estar muy concentrado. Requiere una escucha muy activa con lo que está pasando en todo momento porque sino se te escapa; la función va muy rápido.
¿Cómo recibió el público de Barcelona este montaje?
Clara Sans: Vino mucha gente y salía del teatro con ganas de hablar. De reflexionar sobre las redes, sobre la mentira, sobre la culpa… Es muy interesante.
Anna Serrano Gatell: Además, como la obra ofrece muchos puntos de vista diferentes, ya que hay tantos personajes, todo el mundo se ve reflejado en alguno de ellos. También la gente salía conmocionada. Es un montaje, además, que llega también a las personas jóvenes y eso es algo muy guay.
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