‘Dos nuevos entremeses, nunca representados’ llenan la Abadía del Cervantes más festivo y teatral

José Antonio Alba

El Teatro de la Abadía acoge esta temporada la faceta más desconocida de Cervantes, la teatral, con estos Dos Nuevos Entremeses, Nunca Representados que vienen bajo la dirección de Ernesto Arias y la dramaturgia de Berta Escobedo. Un aspecto ciertamente poco explorado del autor. “Creo que la gente del teatro tenemos una cuenta pendiente con él“ Comenta al respecto el director del espectáculo “Nunca se le ha representado lo suficiente. Hay, creo, más puestas en escena de adaptaciones de las Novelas Ejemplares y del Quijote que de su teatro”.

Unos nuevos entremeses estos que buscan cierta continuidad con los anteriormente dirigidos por José Luis Gómez y que como dice el propio título, aplicándolo al Teatro de la Abadía, aquí nunca han sido representados. Estas dos piezas son: La guarda cuidadosa y El rufián viudo llamado Trampagos que junto a un epílogo en forma de monólogo de la doncella, sacado de la Marcela del Quijote, dan forma a este espectáculo que ahora se estrena tras su paso por el Corral de Comedias de Alcalá y que, a través del humor y lo festivo, nos habla del derecho a elegir de cualquier ser humano, sin que su posición social o su género sean condicionantes para ello.

Estos entremeses tienen su origen a partir de la muestra final de un taller actoral organizado sobre la palabra de Cervantes que, según se comentó en la presentación del espectáculo, fue donde surgió el germen de lo que actualmente se está viendo en escena “No es un espectáculo que se haya gestado al uso. Ha sido una búsqueda donde la autoría ha sido colectiva. Todo el mundo ha influido y todo el mundo ha contribuido para que esto fuese así, desde los entrenadores que han tenido toda la temporada, hasta todo el mundo que ha participado en las prácticas”. Dieciséis fueron los actores iniciales que participaron del taller, de los cuales diez quedaron finalmente para realizar la puesta en escena: Aida Villar, Carmen Bécares, Carmen Valverde, Ion Iraizoz, José Juan Sevilla, Juan Paños, Luna Paredes, Marcos Toro, Nicolás Sanz y Pablo Rodríguez. Un trabajo que contó con un equipo de especialistas que, a través de la investigación y la experimentación de la palabra de Cervantes, jugaron con el elenco hasta hallar la clave que definiría el espectáculo. Brenda Escobedo trabajó en la dramaturgia, con el reto de encontrar esa unidad que diera entidad propia a la propuesta, pero que desarrollara una línea de continuidad con el espectáculo predecesor “Hicimos un juego de espejos, si aquella función ocurría todo en un día, esta ocurre a lo largo de toda la noche. Aquella era en un ámbito rural y está es en un ámbito urbano”, también se ha contado con Eduardo Aguirre de Cárcer en la composición musical, Javier García en la coreografía, Vicente Fuentes como maestro de voz y José Troncoso al frente del taller de bufones.

José Troncoso hace referencia a estos talleres, concretamente al dedicado al Bufón “Ha estado al servicio de lo que necesitaban estos entremeses. Al principio no entendí muy bien la llamada de Ernesto, pero después vi que sí tenía mucho que ver con esa aspereza y esas uñas manchadas de tierra, de esa cosa que le hace completamente humano. Cervantes, como Shakespeare, traen esa vida pegada a las propias palabras. Hacen que sea posible el entendimiento también hoy en día”. Una colaboración que surgió a raíz de que Ernesto viera Las Princesas del Pacífico, espectáculo del cual es responsable Troncoso, “Necesitábamos buscar algo que nos ayudara, desde la actualidad, a entender el universo “cervantesco” y me interesó muchísimo esa construcción de los personajes”.

Ernesto Arias insiste en la intención de tratar el espectáculo empapándonos del universo de Cervantes, evitando hacer “un teatro de museo”, pero intentando comprenderlo acercándonos a él y no a la inversa “Lo que hemos descubierto enfrentándonos a estos entremeses es de enorme actualidad, buscando los vínculos, los puentes para que el discurso que Cervantes escribió en el S. XVI, pueda ser presentado al público de hoy en día. Por eso queríamos saber cómo eran los bailes de la época y no poner música actual, y por eso queríamos saber cuáles eran esas melodías, sobre todo queríamos sumergirnos e indagar en la sonoridad y habitar la palabra de Cervantes Una búsqueda del diálogo entre el pasado y el presente “Hay un equilibrio entre lo clásico y lo actual que era muy pretendido”.

Una puesta en escena que busca, además de tender puentes entre épocas, enfatizar ese sello tan característico de su autor reflejando la lucha del ideal, del sueño, frente a una realidad hostil para con sus personajes “La creación escénica tiene mucho que ver con la conjugación o la contraposición; la dialéctica entre lo que se sueña, la ilusión, y la realidad”.

Texto José Antonio Alba

Fotos Sergio Parra

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