El Circo de los Horrores nos lleva al fin del mundo con ‘Apocalipsis’

José Antonio Alba

Let me entertain you’ proclama a ritmo de rock, desde el escenario, ese Nosferatu venido a “Punkarra” que posee cada noche a Suso Silva, y que es imagen inequívoca del Circo de los Horrores, poniendo en marcha el engranaje construido para Apocalipsis, su última y mastodóntica producción. Toda una filosofía artística, y de vida, que canta este Maestro de Ceremonias provocador y juguetón, entre rapsoda y agitador, en un espectáculo apabullante, donde más que nunca, se conjuga las artes circenses, la ópera rock y la tecnología con la intención de ofrecer el famoso “Más difícil todavía”.

Suso Silva nos recibe tras hacer una muestra para la prensa. “Y no habéis visto nada” nos dice al felicitarle por ese despliegue de medios que ya querrían para sí muchos espectáculos programados en la Gran Vía “Lo hemos creado nosotros, nada de franquicias ¡Eso te demuestra el potencial brutal que hay en este país! Pero somos tan tontos, nos queremos tan poco, miramos hacia afuera creyendo que te van a dar más y aquí haylo. Nos sentimos muy orgullosos” Dice de esta producción que cuenta con cincuenta artistas en escena, una banda de rock – ¡Atentos a la voz de Anes León! – 32 metros de escenario, una pantalla gigante de 208 m2. Todo está hecho a lo grande, para dejar al público con la boca abierta “Aunar todo eso y que funcione, no ha sido nada fácil. Me ha costado sudor y lágrimas” Nos confiesa Suso mirando a su alrededor “Una verdadera locura ¡Se nos ha ido la cabeza!”.

Él es el alma de esta compañía de circo que después de su aclamada trilogía dedicada al terror – Circo de los Horrores, El Manicomio de los Horrores y Cabaret Maldito – ha querido dar un giro hacia lo que considera el verdadero horror, uno más cercano y tangible. Apocalipsis nos sitúa en un futuro en el que la humanidad ha destruido todo aquello que conoce “Nuestro planeta, nuestro entorno, nuestros vecinos, mis hijos, el agua… cosas que no apreciamos, que parece que las tenemos y que no se van a acabar nunca… ¡y cómo nos equivocamos!” Un espectáculo que nace de los temores más personales y profundos de su autor “Necesito soltar lo que llevo dentro y lo que estoy viviendo, nos estamos dando de bofetadas, partiendo el país, pensando que eso es lo importante ahora, el caos económico… Poner las noticias y ver que mueren personas que vienen en patera y tener que cambiar de canal para que mi hijo de cinco años no me pregunte porqué esos niños se acaban de ahogar, no sabría qué decirle ni qué contestarle”. De ahí nace el germen del espectáculo que ahora podemos ver sobre el escenario traducido al Circo de los Horrores, espectaculares números de impactante estética, poesía de lo extravagante, interacción con el público, adrenalina a chorros y música de concierto de rock; el personalísimo lenguaje que ha logrado tener una legión de seguidores que reciben con entusiasmo todas y cada una de sus puestas en escena.

Teatro Madrid.- Suso, ¿a qué crees que se debe esa entrega por parte de vuestros seguidores?

Suso Silva.- Eso ha sido algo mutuo. En la época de crisis más gorda, nosotros no hemos bajado nunca el listón y el público, aun sin tener un puto duro, no dejó de venir a vernos. Es verdad que no subimos precios nunca e intentamos que todo el mundo pudiera tener acceso. Siempre vamos a intentar sorprenderlos y hacer algo mejor todavía, nuevo y distinto. No me voy a repetir.

TM.- ¿No te despierta cierto temor que un despliegue de medios tan apabullante difumine la esencia del circo?

SS.- No, no vamos a abandonar nunca este modo de vivir, esta idea de gran familia. Es verdad que el circo evoluciona. El circo tradicional, que existe y está muy bien, no atrapa a los adultos y yo tenía muchas ganas de demostrar a la gente de 20 o 30 años un nuevo modo de hacer circo que no se llama Circo del Sol. Sí que es importante recuperar y adaptarse y seguir evolucionando.

TM.- Creador, director e intérprete dentro del mismo espectáculo, ¿cómo lo logras?

SS.- Cada vez cuesta más, ¿eh? Sobre todo shows de dimensiones tan grandes. Estar interpretando, dirigiendo, produciendo, todo eso me cuesta, me quejo, quiero salirme del escenario y dedicarme solo a dirigir, pero después lloraré por subirme de nuevo al escenario.

TM.- ¿Realmente serías capaz de salirte del escenario?

SS.- El cuerpo manda. Hay un momento en el que tanta gira, años fuera de casa, no ver a tus hijos, son cosas que ya me están resultando un poco complicadas.

Una vez estrenado y dirigido, no es que pierda interés para mí, pero ya está. La magia de parir una historia es maravillosa y una vez estrenado, yo ya estoy pensando en lo siguiente… Me dicen que no paro, pero es que es mi cabeza. Yo cojo de vez en cuando la Play para no pensar porque voy siempre demasiado acelerado.

TM.- ¿Ya estás pensando lo siguiente?

SS.- A lo mejor me meto en un teatro, después de una bestia así de grande, y saco “Los monólogos de Nosferatu”, algo muy minimalista…

Dice mientras se echa a reír y nos confiesa “off the record” lo que le está rondando por la cabeza, haciéndonos salivar de gusto, pero de lo que prometemos mantener el secreto.

Ahora lo que toca es dejarse llevar por la fuerza de esta aventura que acaba de comenzar, con una gira nacional e internacional por delante. En el escenario las guitarras eléctricas y los motores comienzan a rugir de nuevo, el ensayo se retoma y el Apocalipsis vuelve a apoderarse de todo.

Texto y fotos José Antonio Alba

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