Casualidades de la vida, con una semana de diferencia podrán verse tanto en Madrid, en el Teatro Valle-Inclán, y en Londres, National Theatre, dos versiones diferentes de Top Girls de Caryl Churchill. Un clásico del teatro contemporáneo de habla inglesa muy poco conocido en nuestro país, pero que tanto en Inglaterra como en EEUU es icónico. Una función que tiende un puente entre el feminismo visto con los ojos de los 80 y el que hoy en día respira la sociedad.
Top Girls nace como consecuencia de la llegada al poder de Margaret Tatcher y lo que esto significó para las feministas de la época, planteando, según su director, Juanfra Rodríguez, una pregunta clave “Cuando una mujer llega al poder, ¿va a ejercer este poder de la misma manera en que lo han hecho los hombres?”. Una cuestión lanzada a través de una obra que pretende ser rupturista con la estructura teatral clásica, considerada por su autora como “patriarcal” y que, según el director de la versión española, va a provocar en el espectador un sentimiento de “placer y perplejidad” ante lo inesperado de la propuesta.
La versión que veremos en Madrid, interpretada por Huichi Chiu, Paula Iwasaki, Miriam Montilla, Manuela Paso, Macarena Sanz, Rosa Savoini y Camila Viyuela, es la original escrita por la autora, respetando la petición de Churchill de conservar los tres actos originales que, aunque en principio parecen inconexos, terminan por entrelazarse “de una manera un tanto perturbadora”, según su director “Es una obra con mucho sentido del humor, amargo, muy británico, pero donde la última palabra es aterradora”. El estilo de Caryl Churchill tiene cierta complejidad y es exigente tanto para las intérpretes como para el espectador, veremos cómo en escena se suceden diferentes situaciones simultáneamente, yuxtaponiendo los diálogos y obligando al público a atender en varias direcciones a la vez “Plasma perfectamente el caos del pensamiento que tenemos en la vida cuando intentamos expresarnos” nos explica Manuela Paso “Es algo muy caótico, e incluso inquietante, pero a la vez muy cercano” algo que la actriz Huichi Chiu, con mucho sentido del humor, dice “pasa mucho en la forma de hablar en España”.
“Es como un delirio. Mi personaje tenía la fantasía de cenar con mujeres que ella admira” dice Manuel Paso sobre el primer acto de esta función que ella califica como “una gran fantasía”, donde varias mujeres históricas se dan cita para cenar juntas “son mujeres de diferentes orígenes, algunas salidas de un cuadro o de un cuento” añade la escenógrafa Alicia Blas “Todas hablan, con una naturalidad asombrosa, de las barbaridades que les pasaron y lo hablan como si fuera lo normal, que era lo que para ellas fue”. De ahí parte esta obra que ahonda en las circunstancias de cada mujer, navegando por su interior y revelándonos cuáles fueron las decisiones que supusieron la ruptura con lo establecido social y culturalmente dentro de su época. “Cada mujer habla desde su punto de la historia” nos aclara Macarena Sanz, “Son mujeres invisibilizadas para la historia, con dificultades para sobrevivir a sus contextos” Añade su compañera Paula Iwasaki “Es la semilla de lo que sucede en los siguientes actos”.
Para Miriam Montilla “La autora habla mucho de la pérdida y la soledad a la hora de conseguir sus sueños” convirtiendo Top Girls en todo un alegato feminista que reactivará el debate al salir de ver la función “¿Que ocurre con las mujeres que de una manera más o menos voluntaria renuncian a su papel de cuidadoras o de ser madres?” dice Manuela Paso “Habla del aborto, de desprenderse de los hijos con naturalidad. Para muchos espectadores va a resultar inquietante”, incluso nos cuentan que están preparadas para que cierto sector del público decida marcharse ante lo que se está tratando en escena.
Una función que, según todo su equipo, merece ser vista por cómo encaja con el cambio sociocultural que nos está tocando vivir, más allá de estar escrita en los 80, y por la vigencia con lo que estamos experimentando estos días en las calles.
José Antonio Alba / @joseaalba
Fotos MarcosGpunto