‘BREVE HISTORIA DEL FERROCARRIL ESPAÑOL’

Esther Isla: «En esta obra, no tiene que ver tanto la condición ideológica o política. Nadie puede negar lo que pasa hasta nuestros días»

Un pequeño relato de nuestro país en clave burlona que conecta el desarrollo del ferrocarril con el politiqueo, la corrupción y familia real desde otro siglo al presente

Amanda H C
Imagen de 'Breve historia del ferrocarril español' en el Teatro María Guerrero dirigida por Beatriz Jaén

‘Breve historia del ferrocarril español’ se podrá ver de nuevo en el Teatro María Guerrero del 19 de abril al 26 de mayo.

Que usted no sienta pasión por los trenes, que no le interesen en absoluto, que los aborrezca o incluso que le repugnen, no significa que no necesite saber su historia. Así comienza la sinopsis de Breve historia del ferrocarril español, una pieza escrita por Joan Yago, en homenaje a su madre historiadora, que regresa al Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional tras haber agotado entradas rápidamente en su estreno la pasada temporada.

El escándalo de esta pieza lo dirige Beatriz Jaén y lo protagonizan Paloma Córdoba y Esther Isla, dos actrices que ni en escena ni entre bambalinas paran un momento quietas. Su ejercicio de recorrer muchos años de nuestra historia y varios personajes que se ganaron un hueco por sus fechorías no deja de sorprendernos en 2024. Y al compás del chacachá del tren, nos sentamos a hablar con ellas para descubrir más secretos de este montaje que vuelve a la Sala Princesa del 19 de abril al 26 de mayo.

Tengo mucha curiosidad por saber cómo se ensaya una obra después de casi un año y medio de su estreno. ¿Cómo se vuelve a ella y qué va a descubrir el público nuevo que se acerque a verla?

Paloma Córdoba: Hay una gran ventaja, aparte de que el cuerpo se acuerda y eso es maravilloso, y es que está grabada y tenemos el vídeo para recordar. El texto es a lo primero a lo que acudimos para repasar y luego lo que te guía es la grabación y el cuerpo.

Esther Isla: Sí, porque cuando hemos vuelto al María Guerrero, a la sala con la escenografía, nuestro cuerpo iba a lugares que nosotras no pensábamos y teníamos el impulso físico guardado sin saberlo.

Paloma Córdoba: Hemos sentido que la historia, lo que contamos, ha reposado y está más entendida y la podemos contar desde un lugar de mucha más comprensión. A la hora de comunicarla habrá alguna diferencia, aunque esto no quiere decir que en su momento no la entendiésemos. Lo que pasa es que, con el paso de funciones, vas entendiendo y te va apasionando más. Y eso sí que se puede notar de una temporada a otra.

Esther Isla: También está lo nuevo que nosotras vivimos y conocemos porque, por ejemplo, yo antes no sabía esa relación entre el negocio ferroviario y la corrupción borbónica. Creo que todavía habrá sorpresa e interés por parte del espectador porque contamos muchos datos históricos. También es una obra muy narrativa y con mucho sentido del humor y lo que narramos impacta y asombra mucho. Y espero que también se mosqueen un poco.

¿Creéis que hay diferencia generacional en la recepción de la pieza?

Paloma Córdoba: Supongo que sí, que tiene que haberla por el vínculo que se genera entre diferentes generaciones con la casa real, en este caso. Creo que, para la generación anterior, la de nuestros padres, hay un vínculo fuerte porque han vivido la época de los que ayudaron a hacer la Transición y crecieron con la idea de que, sin el rey, no hubiera sido posible. Y luego han sufrido una gran decepción. Lo que no sé es qué vínculo tienen los jóvenes ahora con eso, fíjate.

Esther Isla: Esa generación de nuestros padres es la que ha vivido el blanqueamiento, desde mi punto de vista, de la figura del rey, ya que se le ha conocido como alguien campechano y lo sienten como alguien muy cercano. Creo que los jóvenes de ahora pasan un poco más.

Paloma Córdoba: Sí, supongo. No sé si se preguntan por qué está esta gente aquí y qué importancia tienen. Lo que sí pasa es que cuando acabamos la función, aunque la gente esté perpleja, no hay extrañamiento. A nadie le sorprende que todo esto haya pasado y eso es lo llamativo también.

Capitalismo, familia real, política… Todo lleno de picaresca española. ¿Habrá o hay alguien que ha venido a ver la obra y se haya escandalizado u ofendido?

Esther Isla: La pasada temporada, sentí que se cabreaban menos de lo que yo esperaba. Porque, de forma positiva, siento que no tiene que ver tanto la condición ideológica o política, ya que nadie puede negar lo que ha pasado y lo que pasa hasta nuestros días. Y por eso pensaba que se levantaría más gente y se iría. Y solo recuerdo un día. La gente no puede negar la evidencia. Entonces, entran y empatizan con lo que contamos.

Paloma Córdoba: Desde el principio, todo el equipo tuvimos una cosa clara que está en el texto y era que te cuenta unos hechos y esos hechos hacen que, irremediablemente, tomes partido, pero no te lo contamos desde un posicionamiento y te decimos qué o cómo pensar. Sería rarísimo que alguien dijera “pues muy bien robado”. Al estar comunicado así, si alguien quisiera enfadarse con nosotras, le costaría mucho. Lo que sí que se respira, sobre todo si sales hablando de la obra y la compartes con la gente, es la indignación y la sorpresa de que no es ahora, que no solo son estos años en los que vivimos de lleno en la corrupción, sino que esto viene de hace mucho. Y eso es fascinante y te deja perpleja. Cuando el público se ríe es porque está necesitando soltar esa tensión al darse cuenta.

Esther Isla: Lo que sí me pregunto yo es si la gente se preguntará hasta cuándo se puede seguir tragando sin movilizar un dedo y aceptando, ya sea por la ley de la inviolabilidad judicial o por más cosas. ¿Se tiene que aceptar todo lo que esté haciendo alguien por el mero hecho de haber nacido entre algodones? Espero que esto se lo llegue a plantear el público, como mínimo.

Paloma Córdoba: Y, sobre todo, que se cuestionen esos discursos que hoy operan en positivo para que esto se siga perpetuando, como el “bueno, es que quien está ahora ocupando ese cargo no tiene nada que ver, es una persona con otra educación y valores”. Porque esto es lo que nos venden; un discurso que las generaciones anteriores se aplicaban cada una igualmente. Con la reina Isabel, se dijo lo mismo. Y nosotras, como espectadoras al leer por primera vez el texto, pensamos que nos estaban contando el cuento una y otra vez y se nos acaba olvidando porque no me lo cuentan entero.

Imagen de 'Breve historia del ferrocarril español' en el Teatro María Guerrero dirigida por Beatriz Jaén

Joan Yago escribió el texto de la obra en el programa de Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional en la temporada 20-21

¿Qué opiniones y reacciones recibisteis la temporada pasada con la obra?

Paloma Córdoba: Para las personas que conocían el texto, el montaje fue una sorpresa porque es verdad que la dirección de Beatriz Jaén es maravillosa. Estaba planteado como un monólogo, que te lleva a la conferencia más bien, y no para dos actrices. Beatriz aportó su universo, que es brutal, y ha hecho una fiesta.

Esther Isla: Algo muy bonito que pasará en esta reposición es que mucha gente volverá y quiere traer a sus familiares. Esto no siempre pasa y es precioso recibir este abrazo.

¿Qué os costó más aprenderos, el texto o toda la parte técnica y de cambios en escena?

Paloma Córdoba: Integrar los dos mundos porque cuando crees que ya tienes el texto, aparece todo el universo de los cambios durante casi dos horas y te sorprende.

Esther Isla: Las dos cosas eran arduas porque el texto es largo y tiene muchos datos. Y la técnica es muy exigente también. Y todo junto es muy intenso. Y porque no solo somos personajes, somos historiadores, investigadoras, narradoras que tienen que saber contar.

Paloma Córdoba: Y eso también hace que sea exigente para el público porque la función necesita al público, está muy implicado.

El lema de esta temporada del CDN es “posturas ante la realidad”. ¿Cuál es la vuestra sobre el teatro más actual?

Paloma Córdoba: Siento que, por suerte, hay muchísimas propuestas, tantas que no puedes verlas todas y lo tienes que asumir. Lo que no me gusta es que no todas pueden tener las condiciones que uno desearía para un proyecto de teatro. Y claro, habría que responder a la pregunta desde varias perspectivas, ¿no? Desde el punto de vista de la actriz, la espectadora, la trabajadora…

Esther Isla: Hay mucha oferta y están pasando cosas contemporáneas y clásicas muy bonitas. Está habiendo una revolución y un movimiento que, desde mi punto de vista, está avanzando hacia cosas muy sanas, pero lo primero que te diría es que todavía hay mucha precariedad y tendría que haber formas desde los altos cargos de cambiar las cosas. Seguimos en esa lucha.

Imagen de 'Breve historia del ferrocarril español' en el Teatro María Guerrero dirigida por Beatriz Jaén

Esther Isla y Paloma Córdoba son las actrices que protagonizan este montaje dirigido por Beatriz Jaén

¿Habéis perdido alguna vez algún tren en la vida que os haya fastidiado?

Paloma Córdoba: Muchos, sí. Pero luego te quedas en la estación y pasan cosas. Entonces, creo que la cosa está en saber ver que en la estación también hay vida y movimiento, que puede pasar otro o te coges un taxi y llegas por otro camino.

Esther Isla: Muchísimos, seguramente. Yo aprendí de un director, de José Gómez-Friha, que cuando pasa un tren hay que agarrarse al siguiente y dejar el que ha pasado en el olvido o en un recuerdo.

Paloma Córdoba: Esto es algo que de vez en cuando pienso y agradezco no tener esa sensación de arrepentirme de algo que no cogí porque no creo que te aporte nada bueno.

Esther Isla: Ahora estamos, o al menos en este momento de mi vida, bastante en el aquí y ahora, en el mirar lo que tienes alrededor, en abrazar y si vienen cosas negativas, pásalas por el cuerpo, no las obvies y aprende.

¿Ventanilla o pasillo?

Esther Isla: Ventanilla.

Paloma Córdoba: Pasillo. Nos va a ir muy bien. Sí, porque puedo estirar una pierna. Me da apuro molestar al de al lado para salir si estoy en ventanilla, por ejemplo. O si se duerme, estoy encerrada.

¿Preferís escuchar música o charlar con la acompañante?

Paloma Córdoba: Me gusta viajar en tren porque estás obligada a estar ahí y porque es un transporte comodísimo y me cunde mucho si me pongo a trabajar. Me encanta ir en tren.

Esther Isla: A mí me encanta cuando vamos de bolo en tren, quedar con los actores en la cafetería.

¿Ir sentada de frente o al contrario de la dirección del tren?

Paloma Córdoba: Puedo ir al contrario, pero no me gusta.

Esther Isla: Si voy al revés, me mareo.

Paloma Córdoba: Me da rabia cuando me toca asiento al revés.

Esther Isla: Cuando pasa eso, ¡cafetería!

¿Sois de llenar la maleta y tener problemas para que cierre o más de viajar ligeras?

Paloma Córdoba: Soy un desastre porque las lleno de “por si acaso”. Y luego llego y lo que necesito no está.

Esther Isla: Yo muy ligera. Después de hacer el Camino de Santiago, he llegado a llevar una maleta de cabina a Tailandia. Y prefiero mochila incluso. Y si es verano, aún mejor. Y si necesito algo, ya lo compraré allí.

¿Viajar hasta playa, montaña o ciudad?

Paloma Córdoba: Hace mucho que no me pego un buen viaje. He tenido la suerte de que, siendo más joven, he viajado mucho. Pero ahora tengo tantas ganas que me daría igual dónde con tal de salir.

Esther Isla: Un sitio que tenga todo eso, aunque a mí ahora mismo me encantaría estar en una selva en Brasil o en Costa Rica o en África, al lado de cebras y leones. Un poquito alejada de la civilización.

¿Cuál es el viaje más largo que os gustaría hacer en la vida?

Paloma Córdoba: Latinoamérica me apetece mucho porque no la conozco. Y tiene que ser una pasada, rica por todos lados.

Esther Isla: Creo que deberíamos irnos juntas de viaje, somos muy compatibles.

Describidme con una palabra el viaje que estáis haciendo con esta obra.

Esther Isla: Rock and roll.

Paloma Córdoba: Fascinante.

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Me siento más a gusto en el teatro que en mi casa.

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