Herencias y mutaciones

Emma Álvarez

Los Cordyceps son un género de hongos que puede que te suenen por Last of Us, son los responsables de convertir en zombies a los humanos pero tienen una base científica real. Este tipo de hongos paralizan el sistema nervioso y se reproducen en el cuerpo de su víctima anulándola por completo.

(Nota para hipocondríacos: no te preocupes que solo se ha demostrado su alcance en insectos).

Las herencias, más allá de las genéticas, entendidas como el fruto de las experiencias con nuestros más allegados, pueden provocar también mutaciones, modificando nuestra forma de ser. Pueden llegar a fagocitar al otro pero al ser críticos ante lo que heredamos, pueden generar también una versión mejorada.

Las huellas que dejan nuestros antepasados en cuanto a la imprimación de nuestro carácter podemos mantenerlas, cambiarlas o derrocarlas. Más allá del sistema inmune que nos ayuda a no convertirnos en zombies o de la vajilla marrón de Duralex de nuestra abuela, nuestras herencias también pueden afectar en el talante que nos lleva a hablar con el reponedor del supermercado de una cierta manera, las manías que se agolpan en la edad adulta o ese impulso de tu cerebro reptiliano que a veces, no sabes muy bien por qué, te lleva a hacer cosas que resuenan familiares.

Esta temporada hay dos obras que reflexionan en torno a herencias y mutaciones que me gustaría destacar.

Andrea Jiménez con Casting Lear nos contagia de su pasión teatral mientras nos presenta a su padre como ‘Lear’. Un padre que nunca ha entrado en un teatro.

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Andrea investiga los cruces entre ficción y realidad, teatro y performance en esta irreverente adaptación del Lear de Shakespeare

En esta versión tan personalista nos multiplica a este rey que se equivoca, se siente solo, actúa por soberbia… un personaje que se enfoca desde prismas diferentes variando al actor en cada representación. “Voy a buscar a Lear, voy a atreverme a mirarlo y voy a intentar perdonar. Y lo voy a hacer desde un escenario. Cada noche, un actor distinto, será Lear, será mi padre, será un posible padre, uno que sí quiera sentarse en un teatro a conversar” afirma Jiménez.

Desde un prisma muy distinto se plantea 1936. Esa fecha que nos ha marcado como país y del que heredamos lares sobre los que transitamos todavía hoy.

Así lo presenta Lima: “Durante muchos años, la historia oficial en este país ha sido contada desde el prisma de los vencedores (triste palabra), de los sublevados. Y esta falta de educación histórica nos alcanza hasta hoy. Pero la mirada teatral de este montaje no se basa en la dicotomía de los vencedores y los vencidos, de los amigos y enemigos. Nuestra mirada será analítica, crítica y documental.”

Cada herencia implica una mutación, puedes hacer que te fagocite como el Cordyceps manteniendo el legado o ejercer un espíritu crítico para valorar si lo heredado te convence o no.

¿Cuál es tu elección?

Escrito por

Redactora Jefa de Teatro Madrid. Estudié Ciencias de la Información en la Complutense e interpretación con la técnica Meisner y Lecoq, donde descubrí la importancia de la escucha y el potencial del cuerpo.

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