La voz de tu madre es la primera que escuchas al nacer. Luego llegan otras, que se clavan en el tuétano: la de tu amiga o la de ese cantante al que tienes como favorito en tus playlists. Cierras los ojos y son reconocibles porque te tocan en lo más profundo de tu ser. Seguramente te parezca inconcebible que alguien pueda tener una voz similar porque para ti significan mucho.
Julián Fontalvo fue un niño atraído por las voces de otros, por imitar a personajes de ciencia ficción, a los cantantes que admiraba cuando era adolescente. Con el tiempo, ese entrenamiento se convirtió en virtud y llegó a actuar para la boda de un famoso tenista español cuyo apellido empieza por N o delante de esa cantante que ha sido tan criticada por su canción a Piqué. Creó su espectáculo a partir de lo que se había convertido en la banda sonora de su vida. Vuelve a subirse al escenario del Teatro Infanta Isabel del 16 de septiembre hasta el 7 de octubre para ser El imitador que soñaba cuando era un niño. Escucha:
¿Cuándo descubriste este talento de imitar voces tan diferentes?
Pues mira, eso lo descubrí de niño. Cuando era niño empecé a cantar, me daba cuenta que me gustaba, tenía buen oído musical y cantaba. De forma instintiva copiaba, emulaba las voces de esos artistas que yo escuchaba. Me di cuenta que tenía esa plasticidad en la voz, esa facilidad de imitar ciertas voces y la primera fue la del Pato Donald. Recuerdo que había un chaval al que conocía, que era mayor, él estaba haciendo la voz y empecé a practicarlo hasta que salió.
Seguro que eras el amigo al que todo el mundo pedía imitaciones.
Sí, era un poco así, se convirtió un poco en eso, en las fiestas de familia o con amigos. Claro, en ese momento yo no me imaginaba que eso se convertiría en mi trabajo. El show tiene ya seis temporadas, han pasado más o menos diez años desde que empecé a hacerlo. Vine a España y ya había hecho unos cuantos musicales, cantaba y utilizaba mi voz para trabajar. También había hecho doblaje y otras cosas pero el tema de la imitación estaba como olvidado. Un día que estaba en Las Vegas trabajando con un amigo que tenía un proyecto ahí y vi un anuncio en la calle de un espectáculo que hacía una cantante canadiense que es imitadora de voces, compré la entrada y fue una revelación. Empecé a pensar en personajes que imitaba cuando era niño, artistas que me gustaban y ahí empezó la idea de crear el espectáculo.
Has hecho este espectáculo durante 6 temporadas en 60 ciudades y 23 países por todo el mundo. ¿La música es un lenguaje universal?
Totalmente, es un estímulo que nos ayuda, nos acompaña en la vida. La música está relacionada con los recuerdos, la identidad de la persona. Cada vez que escuchas una canción seguro que te recuerda algo, un momento de tu vida.
Haciendo gira por los diferentes países ¿Has encontrado un patrón común de alguna voz que siempre triunfa?
Claro, hay personajes que son clásicos, son ya míticos aunque tengan unos años. De los 60, los 70, de la década que sea, los conoce todo el mundo porque la música buena no tiene edad, no tiene tiempo, es infinita y siempre va a estar ahí. Hay artistas de diferentes géneros que siempre perduran, los vas a escuchar en la radio al poner cualquier emisora. Por ejemplo, en pop-rock siempre saldrá Police o Michael Jackson o Tina Turner.
Has actuado para figuras de renombre mundial como Shakira o Johnny Depp.
Sí, Shakira me vio actuando en Ibiza y de repente en un evento que estuve haciendo en Nueva York, después de hacer el número se me acerca un señor y me dice: «congratulations» y era Michael Douglas.
¿Tienes en tu lista de deseos alguna figura pública que admires y que te gustaría que viniese a verte?
Me encantaría que alguno de los artistas que imito pudiera ver el show. Por ejemplo, me gustaría que lo viese Sting porque claro, con Michael Jackson ya perdí la oportunidad, con Bob Marley también o Amy Winehouse. Bueno, Freddy Mercury me hubiera encantado.
No te pudo ver Mercury pero sí Roger Taylor, baterista de Queen y considerado uno de los mejores bateristas de la historia del mundo. Y dijo de tu espectáculo: «un imitador brillante y asombroso». Enhorabuena, yo no sé cómo puedes dormir después de esto.
Sí, después de la actuación bajé del escenario y me dice la persona de relaciones públicas que me quiere conocer Roger Taylor. Fui a hablar con él y fue genial, luego también coincidí con él en otro evento que hice en Londres y me invitó a su concierto, estuve hablando con él en el camerino y fue una experiencia muy buena. Me dijo que conocía personalmente a muchos de los que había imitado y le parecía increíble.
«La música está relacionada con los recuerdos, la identidad de la persona»
¿Tienes alguna canción favorita?
Hay tres artistas que están en mi Olimpo particular porque los he escuchado mucho, los he seguido desde que era pequeño y formaron parte de mi infancia y de mi adolescencia. Son Michael Jackson primero, Bob Marley y luego Queen. Se lo comenté también a Roger Taylor y me dijo que eran una compañía muy buena. Son artistas que significan mucho para mí a nivel musical, a nivel vocal, por el contenido de las letras y el nivel de calidad de su música.
¿Hay alguno que sea especialmente difícil de imitar?
Sí, bueno, cuando te metes en los tacones de Tina Turner por ejemplo. Los personajes femeninos requieren un esfuerzo para llegar a esa nota y conseguir ese color de la voz. Es difícil pero luego cuando entras ahí también es muy satisfactorio porque la gente se sorprende. Por ejemplo, Tina Turner entra en un momento del show que es muy sorprendente, no te lo esperas.
«Todos los artistas que imito son artistas que admiro, no hago una parodia de ellos»
¿Qué criterios de selección utilizas para llevar a cabo el espectáculo?
Bueno, lo primero es que yo pueda imitarlo. Cuando empecé a escribir el show tenía claro que no quería un display de imitaciones sino una obra de teatro. Vemos la vida de un personaje que cuenta cómo fue su viaje desde que era pequeño y por qué quería ser artista. Entonces descubre que tiene facilidad para imitar, descubre que le gusta cantar y se va a Nueva York, se va a Europa en busca de ese sueño. Esa historia tenía que estar acompañada de canciones. Cuando estaba escribiendo la historia al principio yo lo veía como algo complicado, cómo meter esas canciones y que encajen perfectamente dentro de la historia, dentro de lo que se está contando. Además, las letras de las canciones tenían que ser la voz del personaje, lo que dice la letra es lo que el personaje está sintiendo en ese momento. Todos los artistas que imito son artistas que admiro, no hago una parodia de ellos. Intento siempre clavarlo, acercarme lo que más pueda a la voz y a su espíritu.
Me hablas de un chaval que empieza a ser un artista y cómo va alcanzando renombre mundial ¿es una banda sonora de tu vida?
Cuando empecé a escribir el guión hice el ejercicio de empezar a escribir mi historia que también tenía un recorrido. Pero claro, cuando estás escribiendo, empiezas a ficcionar cosas, a cambiar para que sea más gracioso, para darle otros colores, otros matices, y entonces se convierte en otra cosa que no es tu vida pero que sí tiene mucho de mí. Es muy personal, cuando lo hago siento de verdad que estoy ahí; he salpicado la historia con nombres de personas reales, nombres de sitios reales, entonces estoy ahí.
Te brillan los ojos. Creo que uno de los grandes retos como cantante es que la implicación a nivel emocional no te afecte a nivel sensorial.
Sí, es muy difícil. De hecho, hay un momento que es duro porque vengo de un momento dramático y después tengo que cantar una canción que es exigente y claro, eso te afecta. Cuando estás emocionado y has llorado es difícil poder colocar bien la voz para cantar. Ese tipo de cosas las tienes que manejar y he aprendido a hacerlo durante todos estos años, ha sido un entrenamiento realmente.
«Simplemente hay que escuchar esa voz que tienes dentro, creer en ello y y luchar. Nadie dice que el camino es fácil»
Estuviste en el Festival Fringe de Edinburgo ¿cómo lo viviste tú?
Es una cosa imprescindible para cualquier persona que se dedique a esto y, bueno, para cualquier otra persona que quiera simplemente ir a disfrutar de las artes escénicas. Es un mes de puro teatro en todas partes: en la calle, en un bar, en un café, en teatros, en contenedores que se montan, en venues que son increíbles, en iglesias antiguas… es impresionante. Hay tres mil espectáculos a la vez y el verano pasado tuvimos la oportunidad de llevar el show allí. Desde que empecé a escribirlo tenía claro que quería una historia que fuese universal y que fácilmente pudiera adaptar al inglés.
Fue una experiencia increíble para nosotros y a nivel personal también porque ves artistas de todo tipo: de cabaret, de circo, acróbatas, obras de teatro, musicales… de todo. Es increíble ver talento de todas partes del mundo y eso eso te nutre un montón.
Puedes ser una fuente de inspiración para muchas personas que quizás están empezando ¿que les dirías?
Yo no soy un gurú de nada pero lo único que podría decir es que simplemente hay que creer en ti. Mi madre me decía: «tiene que dejar eso de la música, lo que tiene que hacer es un trabajo bueno».Mi madre en Colombia es una voz que se suele repetir con muchos padres, no dejar a lo mejor crecer a sus hijos, que puedan descubrir realmente su potencial. Hay que buscar lo que uno tiene por dentro, no forzar a estudiar ingeniería porque a lo mejor el niño es médico o es artista o lo que sea. Simplemente hay que escuchar esa voz que tienes dentro, creer en ello y y luchar. Nadie dice que el camino es fácil.
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