La actividad de Gabriel Olivares no cesa, hace pocos días daba por concluidas las funciones de Cuatro corazones con marcha atrás en el Teatro Galileo y ya le tenemos de nuevo en el punto de mira de la actualidad teatral dispuesto a ofrecernos un nuevo espectáculo; en esta ocasión se trata de Gross Indecency de Moisés Kaufman que con su estreno abre la temporada del Teatro Fernán Gómez.
Gross Indecency desvela los tres juicios a los que el escritor Óscar Wilde fue sometido tras las acusaciones por sodomía que el padre de su amante Bosie formuló contra él. Una suerte de teatro documental que da otro giro en la trayectoria de Olivares que no se casa con ningún género y que declara, ante la pregunta sobre la elección de textos que lleva a escena, que son los textos los que le escogen a él.
Gross Indecency recupera para el teatro la palabra de Wilde no como autor, si no como persona, a través de los autos, las declaraciones, el material de prensa e incluso los textos del propio escritor. Moisés Kaufman recuperó y recopiló todo este material para realizar un complejo entramado dramático con las palabras para ponerlas en escena. Una labor que no termina en el propio autor, ya que para esta versión se ha realizado una adaptación firmada por David DeGea, que a su vez interpreta a Bosie, y del propio Gabriel Olivares, a la cual se le ha añadido el sello particular de la compañía TeatroLab, aplicando las técnicas que ya les caracterizan: View Points y Suzuki. Disciplinas estas que además contarán con un taller para espectadores activos a los que se les ofrecerá la oportunidad de experimentar en primera persona este tipo de entrenamiento y asistir al espectáculo con una mirada renovada, desde el conocimiento de la técnica, y posteriormente realizar un encuentro con el equipo que pone Gross Indecency en escena para comentar la experiencia e intercambiar impresiones.
La propuesta cuenta con una estética y un lenguaje escénicos de gran carga visual, que enfatizan y complementan el libreto de Kaufman. Olivares, haciendo alusión a los anacronismos que pueden observarse en el montaje declara que la funcón “No sólo habla de Wilde sino del aquí y ahora”. Un código arriesgado que ofrece agilidad y plasticidad poco convencionales. Algo que siempre es de agradecer.
Los actores, todos ellos veteranos en lo que a la filosofía de trabajo de TeatroLab se refiere, son: Javier Martín, que da vida a Oscar Wilde, César Camino, Álex Cueva, David Degea, Eduard Alejandre, Guillermo San Juan, David García Palencia, Andrés Acevedo, Asier Iturriaga, Alejandro Pantany y Carmen Flores. Diez actores encargados de representar los 42 personajes que pueblan esta función de ritmo incesante.
Texto y Fotos José Antonio Alba