El equipo de Teatro Madrid hemos tenido el privilegio de poder asomarnos al primer ensayo de La geometría del trigo. Un montaje firmado en la dramaturgia y la dirección por Alberto Conejero que ya llega al Teatro Valle-Inclán. Hemos tenido la oportunidad de poder conversar con los miembros de su equipo: Consuelo Trujillo, Juan Vinuesa, Eva Rufo, José Troncoso, Zaira Montes y José Bustos en el elenco, Alicia Rodríguez en la ayudantía de dirección y el propio Alberto Conejero que asistió (casi) en silencio, y con mirada atenta, a lo que sus compañeros tenían que contar sobre este viaje íntimo por los vínculos y el amor.
EL VIAJE A NINGUNA PARTE
Todo se inicia casi sin un rumbo concreto, un grupo de personas se unen para dar forma a una muy personal historia que la madre de Alberto Conejero le cuenta “Yo creo que mi madre me cuenta eso para entender algo de mí que ella aun no entiende” nos confiesa, igual que nos cuenta que la función la escribió para volver a amar el teatro como lo amaba al comienzo “me hice daño con el teatro y para mí el teatro no podía ser ese lugar de daño”, así que decidió que esta era la historia sanadora “necesitaba volver a sentirme feliz haciendo teatro”. Un periplo lleno de reuniones, viajes a Vilches, pueblo natal del autor, ensayos en Cuarta Pared, donde a principios de verano ya pudimos ver un adelanto del proceso de trabajo, para después retomar, pulir, para por fin estrenar en el CDN.
“Cuando Alberto me envió el texto fue como una revelación” comenta la actriz Zaira Montes “Sentí la necesidad de contar esta historia. Es tan familiar y a la vez tan universal que hay una necesidad de verdad de que se vea y de hacerla vivir” una necesidad que acabó siendo motor para que la compañía trabajara incluso sin horizonte concreto. “Creo que en el teatro, a día de hoy, hace falta confiar en las ideas, que alguien te llame para algo que quiera hacer sin saber ni dónde ni cómo y te lances a eso” dice Juan Vinuesa “Nosotros nos reunimos para la primera lectura, incluso para los primeros meses de ensayos, y empezamos a investigar sin saber si esto se iba a ver en el CDN o en microteatro o en mi pueblo, se generó en todos esa confianza propicia”.
Una confianza mutua, la de los intérpretes entregándose a un proyecto tan personal del autor y la del propio autor que da a los actores la confianza de poder modelar a los personajes que él ha creado “En este tiempo Alberto nos ha dado el espacio para ser nosotros generadores de nuestros personajes” Nos cuenta la actriz Eva Rufo, a lo que Consuelo Trujillo añade “Alberto ha tomado lo que nosotros traíamos y nos ha ayudado a que lo pusiéramos ahí y ha enriquecido la obra tanto que ya no sabemos qué venía y que hemos puesto nosotros, está todo mezclado” una simbiosis que Eva recuerda con un comentario del propio autor “Ha llegado un punto en que como él nos dice: ‘Ya conocéis vosotros más el personaje que yo’ y es que lo hemos escrito juntos, aunque la base estaba, evidentemente”.
Una sensación con la que José Bustos también coincide “Gracias a Alberto se ha creado una especie de vínculo que está en la obra y en lo que ha hecho con nosotros al juntarnos” y con la que José Troncoso remata “se ha creado una compañía, un sitio súper necesario para poder hacer de verdad lo que se quiere hacer, que es crear un equipo que perdure en el tiempo. No sé si habrá más montajes después de este, pero ya de entrada esto ha sido un trabajo de compañía, de confianza plena y de entrega absoluta, de complicidad a todos los niveles”
UN RETRATO GENERACIONAL Y DE PLURALIDAD
La historia está inspirada en un hecho real en el que encontramos desde un viaje de encuentro con el pasado en busca de las raíces “Hay algo en el personaje de José Bustos, Joan, de viaje iniciático” dice Alicia Rodríguez, quien en esta ocasión se encarga de la ayudantía de dirección “El viaje del héroe que va en busca de sí mismo”, al reencuentro de dos amigos de la infancia, los vínculos familiares y el poder del amor “Esta obra cuenta que el amor hay que lucharlo y trabajarlo” añade José Bustos. Es un recorrido por el pasado y el presente de nuestro país, de cómo éramos y en qué nos hemos convertido.
“Si no se conoce el pasado, no se puede vivir el presente y no se puede construir el futuro y el pasado siempre va a estar envuelto en un misterio” dice Zaira Montes sobre lo que nos vamos a encontrar en La geometría del trigo “es como asomarte a un lugar muy oscuro para darle luz y para que te dé luz. Como indagar, o rascar, un poquito en el misterio de los que nos antecedieron y saber que ahora nosotros tenemos el testigo y qué es lo que podemos hacer en el presente para sanar lo que quizás en el pasado no se sanó” Observación a la que se une Eva Rufo recordando que son las tres mujeres de la función las que reflejan este nexo entre pasado, presente y futuro “Emilia-Personaje interpretado por Consuelo Trujillo– es lo que quiere que las cosas sigan como están, que no cambie nada. Beatriz –Personaje encarnado por Zaira Montes– es la que consigue romper con lo establecido, pero no puedo evitar que haya dolor y Laia-Personaje al que da vida Eva Rufo– representa casi el futuro, que aprende gracias al pasado y a nombrar las cosas con la entereza y la seguridad de saber que quieres que cambien” Un retrato generacional aplicable a nuestro país “Me gusta mucho como se habla de España en esta función” continúa comentando Eva “Es importante hablar del pasado familiar íntimo, pero lo bonito es cómo habla del pasado que somos como colectivo, como sociedad. Creo que está muy bien representado” una historia que viaja de Andalucía a Cataluña para regresar a sus origines y que juega a mezclar acentos e idiomas en escena “No estamos acostumbrados a que distintos acentos y sonidos y músicas dialoguen en escena y es un gusto. Es una alegría” nos cuenta la actriz madrileña que encarna a una mujer catalana “He tenido un coach que me ha ayudado con el acento. Lo hago con mucho respeto. Ha sido un viaje súper bonito”.
EMBARCARSE CON UN DIRECTOR PRIMERIZO
Esta es la primera dirección en solitario de Alberto Conejero , recordemos que codirigió la primera versión que vimos de Cliff en la mítica La pensión de las pulgas junto a Alberto Velasco, pero esta es su primera vez frente a frente y en soledad y era inevitable preguntar al equipo cómo ha resultado la experiencia. Ante esta pregunta, notamos que la presencia silenciosa de Alberto intenta evaporarse, mezcla entre pudoroso por estar allí presente y curioso por escuchar a sus compañeros “Para mí, que también tengo compañía, es muy importante que las cosas que escribo sean como las sueño” nos comenta José Troncoso “Me apetecía estar al servicio de eso para él. Me parecía importante y me hacía sentir bien. Me parecía un sitio bonito en el que no estoy comúnmente” comenta quien actualmente tiene en cartel una de los montajes más aplaudidos Las princesas del Pacífico “Muchas veces los actores estamos en procesos que no están tan cerca de la creación como quisiéramos, y poder participar en un proceso así, de la mano de alguien que admiro, me parecía como una pequeña micro misión vital”.
“Él sabe que es su primera dirección, pero ha esperado el momento de estar preparado para dirigir, que no quiere decir preparado para hacer algo pensando en el resultados, si no, preparado para meterse a una sala de ensayo” añade Juan Vinuesa quien también sabe qué es ponerse a los mandos de un montaje, Tus hijos no te olvidan o Mirona “No estamos trabajando con resultado, no estamos trabajando con miedo a si gustará o no gustará, sino que la historia nos ha imbuido a todos porque Alberto le ha sumado una parte de generosidad bastante importante”.
CIRCOS, PRESENCIAS Y EL ETERNO FEDERICO
La geometría del trigo ha despertado en los miembros del equipo la curiosidad por indagar en su pasado familiar, de hecho José Troncoso ha descubierto que tuvo un abuelo que montó un circo o Zaira Montes, que descubrió una serie de historias paralelas en su entorno que desconocía, e incluso han sentido la presencia de un “séptimo integrante” en escena “Cuando empezamos a ensayar” nos cuenta José Troncoso “Siempre echábamos de menos a alguien. Cuando nos poníamos en el escenario teníamos la sensación de que faltaba alguien. Nos contábamos y estábamos todos y eso nos ha pasado muchísimas veces” Nos cuenta con sonrisa nerviosa. Recordemos que la historia está basada en un hecho real “Yo creo que es la persona de la que estamos hablando, estamos de alguna manera contando su historia y está aquí” una curiosa sensación que comparte con el resto de los compañeros.
“Creo que esta historia puede ser la de todos nosotros, de nuestros pueblos, de nuestros padres, de nuestras abuelas” Nos dice Consuelo Trujillo ”Es muy bonito que esto haya sido una transmisión oral que recibió Alberto de su madre, me recuerda a mí Federico cuando contaba las cosas que le contaron sus tatas, su familia, ya lo dice Lorca y yo lo creo profundamente: ‘Cuanto más vivamente personal es uno, más universal’ y sucede con esta historia, es muy personal, muy sencilla y creo que eso la hace muy universal”.
José Antonio Alba / @joseaalba
Fotos MarcosGpunto
