Barro es la nueva producción que La Joven Compañía presenta en Madrid, en esta ocasión en las tablas de los Teatros del Canal. Escrita por Nando López y Guillem Clua, bajo la dirección de José Luis Arellano, Barro aborda la vida de ocho jóvenes en la Primera Guerra Mundial.
El Barro como elemento primigenio, desde el que poder crear, construir y modelar. Una especie de alegoría de lo que podría ser La Joven Compañía y su filosofía de vida; aunque la historia que contiene habla de un barro más oscuro y doloroso… Barro es el título desde el que nace esta tetralogía sobre Europa de la que ahora ve la luz su primera parte, escrita “al alimón” por Nando López y Guillem Clua, dos dramaturgos aparentemente tan diferentes y que, sin embargo, han encontrado la conexión entre sus escrituras para dar forma a esta propuesta “Ha sido una de mis mejores experiencias profesionales” dice Clua sobre esta comunión “Encajamos, nos complementamos, lo que a mí me faltaba lo tenía él. Ha sido un descubrimiento personal y profesional” afirma el dramaturgo catalán.
Un proyecto que aprovecha la conmemoración del Primer Centenario del Armisticio de Compiègne para hablar sobre la Primera Guerra Mundial como inicio de lo que podría ser la Europa contemporánea “Hacer Barro era algo que formaba parte del ADN de la compañía” dice el director del montaje José Luis Arellano. Un proyecto con el que se pretende aproximar a los jóvenes a la historia contemporánea de Europa a través de quienes vivieron este acontecimiento “Queríamos hablar de cómo te cambia un hecho histórico tan trágico y cómo la Historia con mayúsculas se convierte en historia con minúsculas, que es al final la que cada uno de nosotros podemos contar” nos comenta Nando López “Habla de temas universales como la amistad, la solidaridad, la fraternidad, el amor. Dentro del barro y en las trincheras hemos buscado lo que nos hace humanos, lo que nos une”
A partir de ahí se lanzan a contarnos la vida de ocho jóvenes que van al frente, de cómo sus vidas, y el propio continente, cambian al estallar el conflicto bélico “Partimos justo en el momento antes de que comenzara la guerra” Nos cuenta Guillem “Europa está viviendo un momento esplendido. La revolución industrial e intelectual de principios de siglo permiten soñar con un futuro mejor. Acabamos contando como estos jóvenes, sus vidas, acaban truncadas porque la guerra se interpone en su camino y no solo acaba destruyendo esos sueños, si no que acaba para siempre con el futuro que el continente tenía ante sí” Algo que provoca que, tanto el poder de la guerra como los extremismos, transformen a los protagonistas “Nos interesaba el sentimiento de manipulación que empiezan a tener los jóvenes porque, ese auge del extremismo es algo que está ocurriendo otra vez” Añade Nando “Estamos viviendo un momento ahora mismo en el que cosas que creíamos que estaban enterradas y olvidadas vuelven a suceder”.
“Una cosa que teníamos clara es que los protagonistas tenían que ser jóvenes” Dice Guillem Clua durante la presentación antes del estreno “Los protagonistas de todas las guerras, los que van muriendo, los que van contando las historias, esa verdad que es estar en las guerras, son jóvenes, no son los generales que están en los cuarteles, sino los jóvenes que mueren en el campo de batalla” Una tarea que les ha llevado meses de investigación y documentación, para deshacerse del concepto abstracto de la guerra y mostrarlo como la vivencia personal e individual que realmente supuso a quienes lo vivieron y que cale en el espectador que mira la Primera Guerra Mundial desde la distancia “Queremos que ese público joven se emocione con esta historia” añade Nando” y de esa emoción nazca la reflexión sobre Europa. Si no hay emoción, la reflexión es imposible salvo que la impongas”.
Para esta ocasión, La Joven Compañía ha vuelto a contar en su elenco con antiguos miembros como Samy Khalil y Álvaro Quintana cuyas carreras ya se desarrollan fuera de la compañía “Queríamos volver a contar con ellos para el inicio de este proyecto. Ellos estaban en el comienzo de La Joven y queríamos recuperarlos para este nuevo inicio” nos cuenta José Luis Arellano, de nuevo el Barro como elemento primigenio; junto a ellos encontramos a José Cobertera, Alejandro Chaparro, María Romero, Víctor de la Fuente, Mateo Rubistein, Jota Haya, Cristina Varona y María Valero.
Barro inicia una tetralogía sobre Europa que contará con diferentes dramaturgos para cada pieza que, al igual que Nando López y Guillem Clua, escribirán los textos a cuatro manos «Nuestra idea es la de derribar fronteras del arte» dice Arellano «y que dos personas escriban una misma historia obedece a una forma de derribarlas»
Texto y fotos José Antonio Alba
