Un viaje a Méjico para ahondar en los crímenes de las mujeres de Ciudad Juárez, unos tequilas en la Plaza Garibaldi y el sorpresivo cantar popular de una ranchera que hace apología de la violencia machista – Si quieres disfrutar de sus placeres / Consigue una pistola si es que quieres / O cómprate una daga si prefieres / Y vuélvete asesino de mujeres – dieron pie a Los cuerpos perdidos, la nueva propuesta del tándem compuesto por Carlota Ferrer y José Manuel Mora que ahora podemos ver en el Teatro Español.
Un texto “nada complaciente” sobre el terrorífico caso de las desapariciones y los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez que José Manuel Mora utiliza como pretexto para intentar “ir más allá y hablarnos de la semilla de maldad que llevamos dentro todos”. Una historia contada desde la visión de alguien que viene de fuera y que, poco a poco, acaba formando parte de ese siniestro entramado “un sistema corrupto y mafioso en el que, de alguna manera, todo el mundo está implicado” comenta el dramaturgo “Allí todos conocen los nombres de los asesinos, lo que pasa que no se pueden decir”. El miedo acaba por hacernos consentidores de la barbarie y permanecer en una lucha constante con nuestra conciencia “Todos sentimos una atracción hacia el mal que tenemos que doblegar” Reflexiona Carlota Ferrer “El mal está en nosotros, no en los otros. Siempre hablamos de que es una cosa que está en los otros. Mirémonos y veamos qué podemos construir a partir de ahí”.
Verónica Forqué, Cristóbal Suárez, Julia de Castro, José Luis Torrijo, Paula Ruiz, Jorge Suquet, Conchi Espejo, Carlos Beluga, David Picazo y Guillermo Weickert son los 10 actores que dan vida a los 17 personajes que pueblan Los cuerpos perdidos, una pesadilla de estética kitsch creada por Mónica Boromello e iluminada por David Picazo que explora la oscuridad desde la luz y el color, poniendo en contraste la tragedia y la violencia con la alegría del folclore popular “Es una contradicción muy interesante” dice Carlota Ferrer, que conjuga texto, música en directo y danza como un todo y donde ha utilizado los procesos de creación y experimentación como los cimientos sobre los que construir esta propuesta.
“Los ensayos de Carlota ya en sí parecen espectáculos porque surgen y nacen sinergias, están constantemente latentes” Comenta Julia de Castro “Mucho de lo que vemos en el resultado final surge en los ensayos”, ensayos que contienen entrenamientos diarios dirigidos por Ana Endorzain de cerca de dos horas, en los que los artistas buscan a través de su cuerpo los personajes a los que darán vida. “No he conocido a nadie que trabaje con más libertad que Carlota Ferrer, que te hace pensar que puedes llegar a cualquier sitio” comenta Jorge Suquet, quien comparte entusiasmo con Verónica Forqué, que tras Eusebio Poncela e Imanol Arias, nos sorprende entregándose a experimentar con un tipo de teatro en el que nunca nos la habíamos encontrado “Cuando me llegó el ofrecimiento, casi ni lo leí porque sabía que era una cosa donde quería estar”.
Los cuerpos perdidos rehúsa con premeditación la opción del héroe como narrador inmune a la problemática, empujándonos a «mancharnos» con la historia y provocando una reflexión en el espectador: ¿Hasta qué punto no formamos parte nosotros de ese sistema que permite que el poderoso se alimente del miedo del más débil?
Texto José Antonio Alba
Fotos Sergio Parra