Cuando uno se sienta en una butaca de teatro no sabe dónde va a viajar. Porque a veces un viaje promete y después se convierte en un fiasco y, en otras ocasiones, sucede que una escapada improvisada sin más se aloja en tu memoria como algo muy singular. Y entre una cosa y otra hay muchos grises que son incógnitas pero también hay algunas (no muchos) lugares resplandecientes en los que sabemos que siempre nos vamos a sentir en casa. Un poco sucede esto último – disfrutar, sentirse bien y a salvo – con el montaje de Emilio Sagi de La del manojo de rosas.
En 1990 Emilio Sagi firmó la dirección artística de este clásico del maestro Pablo Sorozábal y lo hizo con el aplauso y el entusiasmo del público y de la crítica especializada. Por eso se han hecho reposiciones y el montaje ha viajado a diferentes ciudades. Lo más especial en esta ocasión es que han pasado 34 años y lo que pensó Sagi para La del manojo de rosas sigue funcionando a la perfección y, esa vigencia, es algo sorprendente si pensamos en que vivimos en un lugar temporal que a priori debiera ser muy diferente. ¿Recuerdan qué hacían ustedes en 1990? La que firma, para que se hagan una idea, ponía sus dientes de leche bajo la almohada esperando la llegada del Ratón Pérez. Sin embargo, esta producción tiene algo cuasi perenne que hace que funcione a día de hoy.
Desde el 20 de noviembre hasta el 1 de diciembre unos afortunados que ya tienen sus entradas podrán ver este montaje en el Teatro de la Zarzuela. Digo que ya tienen sus localidades porque no hay entradas desde hace semanas y esto también es un dato que nos dice cosas sobre este clásico del género y sobre esta producción.
La dirección musical corre en esta reposición a cargo de la nueva directora de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, la maestra mexicana Alondra de la Parra, que es una de las directoras más admiradas y reclamadas del presente momento artístico.
La del manojo de rosas cumple 90 años. Este título tan querido que tiene una música popular, pegadiza y llena de ingenio a la vez y que cuenta con un libreto fabuloso de Anselmo Cuadrado Carreño y Francisco Ramos de Castro. En él nos encontramos esa historia de amor entre Ascensión y Joaquín que discurre con esa no lucha pero sí desconfianza de clases como telón de fondo.
La del manojo de rosas para Emilio Sagi
La dirección artística de este título es algo muy especial para Emilio Sagi quien destacaba que “se sentía en casa en el Teatro de la Zarzuela y que adora trabajar en ese escenario” que él, además, dirigió durante 10 años.
Es especial porque La del manojo de rosas fue su presentación en Madrid. Ya había dirigido La revoltosa y La verbena de la Paloma pero no en España, lo hizo en La Habana y en Buenos Aires. Por otro lado, cuenta Sagi que Sorozábal creó para su tío el barítono Luis Sagi-Vela el personaje de Joaquín con lo que todavía se acerca emocionalmente más a esta producción.
La historia de amor entre Ascensión y Joaquín discurre con esa no lucha pero sí desconfianza de clases como telón de fondo
Contaba Emilio Sagi que su tío siempre le decía que antes de irse a casa bajara y se sentara a oscuras en el palco en el teatro porque así iba a sentir la energía de toda la gente que trabajó en ese lugar. “Yo bajaba y me emocionaba muchísimo. Él decía que él oía a su padre cantar a oscuras cuando estaba en el teatro y eso también lo hice. Para mí esta zarzuela tiene la emoción particular de que forma parte de mi familia que lo dio todo, que vivió de y para la zarzuela”.
«Para mí esta zarzuela tiene la emoción particular de que forma parte de mi familia que lo dio todo, que vivió de y para la zarzuela» (Emilio Sagi)
Nos topamos con un cuadro costumbrista madrileño que armonizó perfectamente un vasco. En él nos encontramos ese Madrid popular pero también ese Madrid señorito. Se palpa en el libreto la situación política y social de la ciudad a finales de 1934. Y discurriendo por sus calles los amores de Ascensión y de Joaquín, la pretensión de Ricardo quien corteja a Ascensión, y ese fantástico triángulo amoroso-lingüístico entre Capó, Clarita y el fabuloso personaje del Espasa.
Lo que vemos nos llega con la pátina de otro tiempo, en un escenario que encierra bellísimos secretos que nos harán que veamos a través de los muros, de los balcones, que escuchemos el sonido de lo cotidiano y que sintamos cómo refresca la noche porque está lloviendo.
La música en El manojo de rosas
Este título es uno de los más celebrados de la zarzuela y también el que consagró al maestro Pablo Sorozábal. Los números tienen ritmos más tradicionales pero también más novedosos en la época. Hay pasodoble, hay fox trot, hay mazurca, habanera (y qué habanera)…
Alondra de la Parra es la directora musical de esta producción y desde el pasado mes de septiembre es la directora titular y artística de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Es una de las directoras mejor valoradas en todo el mundo, su trayectoria internacional es apabullante y aún así, con cercanía explicaba “ustedes pueden pensar pero ¿qué hace una mexicana dirigiendo zarzuela? Pero en realidad yo crecí con esta música”. Aparte de haber trabajado en el repertorio sinfónico clásico, la maestra mexicana también es conocida por haber dirigido el nuevo ballet Como agua para chocolate (inspirado en la novela de Laura Esquivel) y es fundadora del proyecto Armonía Social que ofrece educación musical gratuita a niños y jóvenes de México.
Alondra de la Parra ha dedicado también unas amables palabras a Emilio Sagi de quien ha alabado “su manera de dirigir a los actores, de dar las indicaciones, para mí es una masterclass en dirección”. Ha asegurado que cree que “la dirección de orquesta, de escena, es lo mismo. Es definir el cómo de un qué que ya sabemos cuál es”.
«La dirección de orquesta, de escena, es lo mismo. Es definir el cómo de un qué que ya sabemos cuál es» (Alondra de la Parra)
Los cantantes-actores líricos y el Espasa
En el reparto tenemos las espléndidas voces de Vanessa Goikoetxea y Beatriz Díaz que debutan el rol de Ascensión. Los barítonos Manel Esteve Madrid y David Menéndez dan vida los “joaquines” de esta producción. El tenor Gerardo López se encarga del rol de Ricardo. Los tenores Jesús Álvarez Carrión y Joselu López del de Capó y las sopranos Nuria García Arrés y Rocío Faus harán el Capó y la Clarita respectivamente en ambos repartos.
Destacamos también la presencia en esta zarzuela de Milagros Martín, quien conoce bien el título, en esta ocasión como Doña Mariana, Enrique Baquerizo como Don Daniel y Abel Vitón como Don Pedro.
Este título es uno de los más celebrados de la zarzuela y también el que consagró al maestro Pablo Sorozábal
Sin embargo, todo el que conozca La del manojo de rosas, sabe que hay un personaje, que ya es un clásico en la zarzuela, que juega un papel muy importante en esta zarzuela y es el responsable de la mayor parte de risas que genera el libreto. Hablamos del Espasa que requiere de una vis cómica excepcional y de una dicción y verborrea importantes. Un rol que desempeña a la perfección Ángel Ruiz, según ozonopina la que suscribe (tal y como diría Espasa).
Buen viaje
Volviendo a los viajes. Hay lugares que hay que ver sí o sí porque por mucho que te digan cómo son o parecen nunca te imaginas cómo será esa experiencia para ti y cuánto te puede aportar. Por lo que aquí hemos contado y también por lo que no se puede o debe contar (como sucede en los buenos periplos) ojalá este viaje al Madrid de 1934 vuelva de vez en cuando y siga siendo parada de aquellos que conocen la zarzuela y de esos otros que viajan por primera vez al género.
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