Un tema peliagudo, incluso para un domingo por la tarde, que gira alrededor del parricidio de un chaval de la ESO (al que después de esto te pensarías si invitar a tu cumpleaños) donde se expone el dilema sobre la posible responsabilidad que tiene la comunidad educativa sobre la salud mental de los alumnos. Me gustó la puesta en escena (siendo un monólogo sobre algo tan denso, la propuesta escénica le dotó de un dinamismo que le vino muy bien para llevar al público a través del viaje que cuenta el protagonista). El texto, escrito con muy buen gusto y en ocasiones hasta poético, no era fácil de defender por parte del actor, el cual lo hizo con honestidad. Eran […]