Lo bueno de los espectáculos de improvisación es que puedes repetir siempre que quieras porque cada día es una nueva aventura. Hace seis años fui a ver Corta el cable rojo y me recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja, la misma con la que he salido en esta ocasión. Aunque el show se haya hecho grande a nivel visual (complementando las improvisaciones con chistes en las pantallas), sigue conservando su esencia. De ahí que lleve 11 temporadas siendo una parada obligatoria en la Gran Vía. Carlos Ramos, José Andrés y Salomón hacen malabares con las palabras, los gestos, los acentos… con una facilidad impresionante y el hecho de contar con una pianista en directo, que se va adaptando […]