Si tienes niños de cinco años para arriba y buscas algo que enganche también a los adultos, Peter Pan en el Teatro Maravillas me sorprendió gratamente. Te lo cuento como padre: salimos del teatro con una sonrisa de oreja a oreja. Desde el primer momento, mi hijo estaba hipnotizado. Peter entra buscando su sombra y, en dos segundos, ya están en la sala todos atentos. No hay ni un minuto muerto —el tiempo pasa tan rápido como vuela el protagonista— y los cambios de decorado son tan ágiles que ni te das cuenta: de la casa de los Darling al barco de Garfio en un abrir y cerrar de ojos. Hablando del barco, el galeón está tan bien montado que […]