El apellido comienza conmigo es una obra de la actriz, dramaturga y directora peruana Chaska Mori, con la colaboración de Luisa Pardo y Gabino Rodríguez, miembros del reconocido grupo mexicano Lagartijas tiradas al Sol. Se realizó en varios periodos de laboratorio en Lima y en México.
Obra en la que dramatiza un viaje personal que también es el de un país latinoamericano. En un cruce entre testimonio y autoficción, expone la delgada línea que divide lo legal, lo ilegal y lo injusto, en un crisol cotidiano que se extiende a las familias y a todos los niveles de una sociedad desmembrada en la que la realidad parece superar a la ficción.
Chaska Mori, dramaturga, directora, guionista y productora de documentales, un día comenzó a filmar una historia desconocida sobre su familia paterna. El rodaje que estaba realizando la autora quedó interrumpido cuando unos traficantes de tierras le invadieron el terreno que se había comprado con la herencia de su padre y tuvo que iniciar un largo proceso judicial. La historia dio lugar a un montaje teatral.
La obra utiliza una historia personal que permite iluminar aspectos de una realidad como la peruana. Se expone públicamente los estrechos vínculos entre la legalidad, la ilegalidad y la injusticia.
¿Cómo hablar de una historia que es nuestra y no lo es al mismo tiempo? ¿Cómo reaccionar ante la embestida de una realidad que creemos no sólo ajena, sino lejana? ¿Cómo hablar de algo que pasó por encima nuestro como una apisonadora, que nos golpeó y además nos dejó en quiebra? ¿Cómo hablar de las profundas desigualdades e injusticias de un país latinoamericano? ¿Cómo nos explicamos nuestra historia?
El apellido comienza conmigo es una obra de la actriz, dramaturga y directora peruana Chaska Mori, con la colaboración de Luisa Pardo y Gabino Rodríguez, miembros del reconocido grupo mexicano Lagartijas tiradas al Sol. Se realizó en varios periodos de laboratorio en Lima y en México.
Obra en la que dramatiza un viaje personal que también es el de un país latinoamericano. En un cruce entre testimonio y autoficción, expone la delgada línea que divide lo legal, lo ilegal y lo injusto, en un crisol cotidiano que se extiende a las familias y a todos los niveles de una sociedad desmembrada en la que la realidad parece superar a la ficción.
Chaska Mori, dramaturga, directora, guionista y productora de documentales, un día comenzó a filmar una historia desconocida sobre su familia paterna. El rodaje que estaba realizando la autora quedó interrumpido cuando unos traficantes de tierras le invadieron el terreno que se había comprado con la herencia de su padre y tuvo que iniciar un largo proceso judicial. La historia dio lugar a un montaje teatral.
La obra utiliza una historia personal que permite iluminar aspectos de una realidad como la peruana. Se expone públicamente los estrechos vínculos entre la legalidad, la ilegalidad y la injusticia.
¿Cómo hablar de una historia que es nuestra y no lo es al mismo tiempo? ¿Cómo reaccionar ante la embestida de una realidad que creemos no sólo ajena, sino lejana? ¿Cómo hablar de algo que pasó por encima nuestro como una apisonadora, que nos golpeó y además nos dejó en quiebra? ¿Cómo hablar de las profundas desigualdades e injusticias de un país latinoamericano? ¿Cómo nos explicamos nuestra historia?
Sinopsis
Una mujer regresa a Perú, su país, tras la muerte de su padre y, con la herencia que le ha dejado, decide comprarse un terreno en las afueras de Lima para construirse una casa. Pero, antes de que pueda ocupar el solar, unos traficantes de tierras lo invaden, por lo que se verá obligada a emprender un proceso judicial. No sospecha que tendrá que enfrentarse a un sistema en el que impera la ley del más fuerte. La experiencia, y también el descubrimiento de unos hechos que hacen que se tambalee lo que sabe de su familia, acabarán por transformarla profundamente.
