Michael Jackson: Forever King of Pop

Forever King of Pop es un espectáculo que no descuida ninguno de los componentes que convierten un montaje regular en un tributo dinámico para el espectador. Tiene proyecciones chulas, muchísimos cambios de vestuario, música en directo, varios vocalistas y bailarines que trabajan con diferentes estilos. Es un trabajo, como mínimo, valorable.

Si bien es cierto que, bajo mi punto de vista, hay algunas carencias - como la falta de claridad vocal en la mezcla de sonido o una mayor coordinación y pulcritud en el cuerpo de bailarines-, es un show que entretiene mientras el espectador viaja a través del recorrido musical de Michael Jackson, el Rey del Pop. Un personaje que, sin duda, merece este homenaje y tantos otros.

Hay varios momentos y artistas que se nos quedan en la retina y los oídos, como el momento de beatbox, la cantante violinista (impecable, por cierto) y el paso a dos de lírico/contemporáneo. Sin hablar, por supuesto, del bailarín que encarna a Michael reproduciendo esa identidad corporal tan única e irrepetible.

Michael Jackson no dejaba indiferente a nadie. Su vida ha dado, da y dará mucho que hablar, pero lo que realmente importa es su música. Nadie puede negar que era un genio. Un visionario como músico y como productor que además transformó la industria musical inventando nuevas formas de hacer vídeos musicales o creando verdaderos espectáculos usando la más alta tecnología en sus conciertos o en el estudio de grabación. Pero no necesitaba nada de esto, porque lo que verdaderamente permanece es su música. Todo el mundo ha cantado alguna vez el estribillo de "Beat it", "Thriller" o "Heal the world". En este espectáculo se versionan sus mayores exitos, incluso algunos de los Jackson 5. Un espectáculo que te invita cantar y a bailar desde el minuto 1. Grandes voces que hacen un buen homenaje a Michael Jackson, incluyendo un doble que clava la voz de Michael y otro que baila exactamente igual que él. Un gran tandem que engaña a los sentidos y hace que veas de nuevo a Michael sobre un escenario.

Se nota la pasión, el cariño y la admiración con que todo el elenco trabaja durante 2 horas entregando lo mejor que tiene para que el público pueda disfrutar de nuevo, al menos, de un pedacito del legado de Michael Jackson.