Va de Bach es una de esas obras de danza deliciosas y gozosas que parece que transcurren en un abrir y cerrar de ojos. La intención de la compañía al trabajar a partir de la música del gran J. S. Bach no es tanto “coreografiar su música”, dice, “como bucear en un universo creativo que permita imaginar libremente a quien abra los ojos y afine los oídos”. Y eso es lo que precisamente consigue: un todo en el que lo sonoro y lo visual están perfectamente ligados, retroalimentándose entre sí.