
Mario Salas de Rueda
Su formación artística la comienza como músico en Jerez de la Frontera, es violinista, y continúa sus estudios en la rama de canto lírico en Madrid. También se forma en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga titulándose en interpretación en el teatro musical. Posteriormente, es seleccionado para el XXIII Laboratorio Internacional de Investigación Teatral TNT-Atalaya, con quienes trabaja en un festival internacional (dreams traces travelling containers) junto al Odin Teatret en Dinamarca, espectáculo que forma parte de la programación de Madrid Flamenco en el 2022 en el teatro Fernán Gómez.
Como intérprete lírico forma parte del programa andaluz para jóvenes intérpretes desde 2016 bajo la batuta de Marco Antonio García de Paz y Lluís Vilamajó. Trabaja como coralista en el Teatro de la Maestranza de Sevilla durante dos temporadas (2020-2022) bajo la dirección de Willy Decker y Calixto Bieito entre otros. Interpreta el papel del Príncipe Yamadori de la ópera Madama Butterfly en el Teatro Villamarta (2024) junto a la soprano Ainhoa Arteta y bajo la dirección de Pablo Viar.
Como creador escénico completa su formación en el Máster en Creación Teatral de la UC3M, tutelado por Juan Mayorga. En colaboración con el Teatro Villamarta dirige el estreno absoluto de la ópera Gilgamesh, una producción familiar de la ópera Brundibár y una escenificación de Carmina Burana. Escribe y dirige la pieza Enzootia, con la que viaja a Ecuador seleccionado por la beca internacional Nuria Rengifo. Recientemente estrena su última pieza, Romance con el discóbolo, unipersonal, en el Teatro de la Abadía.
Tebanas (Edipo rey, Antígona, Siete contra Tebas) es el nuevo espectáculo de Ay Teatro con dramaturgia de Álvaro Tato y dirección de Yayo Cáceres.
Un espectáculo que propone una versión sintetizada de cuatro cumbres teatrales de Occidente en un espectáculo que indaga en sus conexiones y traza un arco entre los conflictos familiares, las maldiciones, los enfrentamientos personales y bélicos, los personajes recurrentes como Tiresias, Creonte, el coro trágico… y la mítica Esfinge que sobrevuela esta cadena de sangre derramada a lo largo de generaciones. El público asistirá a las tragedias sucesivas como tres actos de la misma obra, tres momentos álgidos en la saga de los labdácidas, siguiendo el esquema escénico de los concursos dionisíacos: un pasaje mitológico dividido en tres episodios y un drama satírico (en nuestro caso, un homenaje a las comedias de Aristófanes).