Nos quedamos encerrados. A veces, en nosotros mismos y otras en el baño de un restaurante chino. A partir de esta premisa, la Compañía AURA al pou navega a través de estereotipos y apariencias en el cómo y el dónde de nuestros miedos y de nuestras risas.
En el texto de las autoficcionadas Berta Prieto y Lola Rosales, estas brillan en lo interpretativo partiendo de planteamientos que por su forma parecen sencillos y casi pueriles, pero que materialmente arrojan un golpe seco a nuestras entrañas a causa de la tensión dramática que consiguen imprimir a la escena. A través de una música en directo muy bien orientada por Belen Barenys, se alcanzan momentos de gran riqueza visual desde un imaginario que imprime frescura y juventud en la convergencia alternante de la obra entre texto, danza y música.
Aquello realmente destacable es que, a través de su historia, no pretenden definir a toda una generación sino que intentan describirse a ellas mismas en un mundo de bombas, balas y guerras en nombre de no-se-sabe-muy-bien-qué. Las actrices se mueven a golpe de posturas chinescas en la idiosincrasia entre lo relevante frente a lo popular, y de la verdad frente a la ensoñación.
Queremos salir, pero no sabemos cómo.