El Chinabum

Nos quedamos encerrados. A veces, en nosotros mismos y otras en el baño de un restaurante chino. A partir de esta premisa, la Compañía AURA al pou navega a través de estereotipos y apariencias en el cómo y el dónde de nuestros miedos y de nuestras risas.

En el texto de las autoficcionadas Berta Prieto y Lola Rosales, estas brillan en lo interpretativo partiendo de planteamientos que por su forma parecen sencillos y casi pueriles, pero que materialmente arrojan un golpe seco a nuestras entrañas a causa de la tensión dramática que consiguen imprimir a la escena. A través de una música en directo muy bien orientada por Belen Barenys, se alcanzan momentos de gran riqueza visual desde un imaginario que imprime frescura y juventud en la convergencia alternante de la obra entre texto, danza y música.

Aquello realmente destacable es que, a través de su historia, no pretenden definir a toda una generación sino que intentan describirse a ellas mismas en un mundo de bombas, balas y guerras en nombre de no-se-sabe-muy-bien-qué. Las actrices se mueven a golpe de posturas chinescas en la idiosincrasia entre lo relevante frente a lo popular, y de la verdad frente a la ensoñación.

Queremos salir, pero no sabemos cómo.

Después de hacer temporada en Barcelona, El Chinabum pisa Madrid para enseñarnos, bajo un discurso cómico, el sincero retrato de esta generación.

Paula Ribó encabeza esta compañía formada por jóvenes talentos: Natalia Barrientos, Mercè Garcés, Berta Prieto, Lola Rosales y con la música de Paula Jornet, por ser la voz de una generación que pisa fuerte.

El Chinabum nos narra lo anecdótico que cuatro chicas queden cerradas en los lavabos de un restaurante chino, y como esta premisa banal se va convirtiendo en un curioso montaje que se convierte en el retrato de las preocupaciones de los nacidos en la era Millennial.

Ellas son la compañía AURA al Pozo, y poder verlas en acción ha sido el descubrimiento de unas grandes creadoras, de las que esperamos que esto sólo haya sido un buen inicio. Su lenguaje artístico tiene mucha personalidad, es original y bastante innovador; transitan entre el teatro de texto y el documental (o eso nos hacen creer, ya que desconocemos si nos hablan de ellas mismas o han tomado vivencias personales como bagaje de creación).
Las intérpretes han captado nuestra atención con su interpretación que busca el naturalismo y parece espontánea.

El espectáculo se abre con un planteamiento inicial bastante encriptado, disperso y caótico (debido a la necesidad de ser introductorio en muchos ámbitos) pero se va concretando y va adquiriendo coherencia a medida que avanza la pieza, delatando que lo que se nos presentaba como una trama central sólo es una excusa para hablarnos del inconformismo y madurez de las nuevas generaciones.

El Chinabum es la voz de aquellos y aquellas que hemos nacido después del año dos mil, es la oportunidad de intimar con nuestras personalidades, preocupaciones y deseos en este mundo adulto en progreso constante y multicultural.