Adaptación teatral de la novela homónima de Nikos Vasiliadis, Pilar Massa interpreta un monólogo afilado, mordaz y trágico que se asienta sobre la base de las costumbres mediterráneas y la tradición y moral judeocristiana.
Erasmia nos cuenta una historia. La historia de una madre que se ve abocada a una situación de completo desamparo. El papel de la mujer una vez enviudada a los 22 años constituye la columna vertebral de toda la trama.
Pilar Massa es una bestia teatral; proyecta espectacularmente la voz y controla nítidamente el tono para dejar al espectador en el umbral entre el drama y la ironía más picante. La mandolina griega irradia semejanza al escenario amplificando el sabor mediterráneo por doquier, de forma que las palabras de Vasiliadis calan profundamente, una vez superada la risa nerviosa.
En un plano más amplio, la obra adaptada teatralmente por Yorgos Karamijos y Emmanuela Alexiou, habla de la pequeña comunidad, de la proximidad entre personas que tanta falta hace en las grandes ciudades pero, a su vez, de las habladurías, de los chismes y de la condena de por vida que sufren aquellas mujeres ‘usadas’.
Es una obra, sin duda, divertida, ácida pero también punzante. En una confesión sin parangón, Pilar Massa interpela al espectador directamente desde su dirección a partir de los primeros instantes. ¿Su relato va algo más allá de las palabras y de las risas? Hace falta descubrir a Erasmia y su historia, desde el ágora.