Más de cincuenta años han tenido que pasar para que podamos disfrutar de nuevo de Entre Sevilla y Triana del maestro Pablo de Sorozábal con su regreso al repertorio lírico.
Una obra que indudablemente brilla por su puesta en escena, su música y una historia que pone en el centro a una mujer autónoma y con carácter, Reyes, que quiere vivir su vida de forma auténtica sin importarle las convenciones sociales. Este matiz ya convierte a este sainete lírico en una producción muy moderna que nos muestra a una mujer valiente y luchadora en tiempos aún muy marcados por las leyes civiles de censura y el pensamiento político.
La puesta en escena es sencillamente espectacular recreando a la perfección el color y la viveza de los barrios sevillanos y de sus gentes. Impresionante también es el barco que atraca en el puerto para presentarnos al personaje de Fernando que tendrá que regresar a la mar sin el amor de Reyes. El vestuario favorece en todo momento el suceso teatral centrado en la vida sevillana de la época muy marcado por el color y la vistosidad.
La música es exquisita y compone un cuadro festivo que incluye una gran riqueza de piezas, como las sevillanas con orquesta, el zorongo y algunas coplas con tintes flamencos que incorporan a un cantaor. Y junto a ella el baile que viste y enriquece de elegancia la escena. Todo ello posible gracias a un gran elenco que rebosa talento y carisma y una enorme pasión por el género.
Entre Sevilla y Triana es una magnífica oportunidad de disfrutar de la viveza y verdad de uno de nuestros géneros escénicos más vivos y festivos.