Mucho estaban haciéndose de rogar desde el Centro Dramático Nacional a la hora de presentar la nueva temporada, pero es que en esta ocasión no se presentaba únicamente la programación de las nuevas propuestas, esta presentación supone la despedida de Ernesto Caballero como director artístico del CDN, cargo que, como ya se anunció hace unos meses, el día 1 de enero del 2020 pasará a manos de Alfredo Sanzol.
Desde el año 2012 Caballero ha estado a cargo de la programación de los teatros María Guerrero y Valle-Inclán, ocho años en los que tal como ha recordado en su discurso de despedida, ha querido, además de poner en escena a los autores clásicos universales, realizar un recorrido desde los autores «que han nutrido la polarización de un discurso político guerracivilista» hasta desembocar en la dramaturgia contemporánea «Nuestra apuesta por la autoría de hoy ha sido radical» dijo en la presentación el actual director del CDN «la hemos llevado a cabo teniendo muy presente la ausencia de uniformidad estética e ideológica de nuestros creadores» sin olvidar artistas puntales del teatro contemporáneo internacional como Declan Donnellan o Wajdi Mouawad.
Una despedida que además quiso convertir en llamamiento a la lucha contra el conformismo y la autocensura imperante «los muros que constriñen nuestra libertad que hoy, una vez más, vuelven a revestirse de buenas intenciones». Toque de atención que quiso centrar en los artistas «Un fantasma recorre el arte: el fantasma del puritanismo revestido de corrección política (…) Una moralina de cortos vuelos ignorante de que el Arte es ante todo una perturbadora interrogación sobre la realidad. Cuidado», advertía antes de desgranar uno por uno los títulos de la temporada.
Ernesto Caballero cierra su ciclo como director artístico ofreciendo una versión de Madre Coraje y sus hijos protagonizada por Blanca Portillo, con la que abrirá la temporada, donde destacarán citas tan suculentas como la que tendremos con Bob Wilson e Isabelle Huppert con Mary said what she said, Peter Brook con Why?, Declan Donnellan que vuelve un año más a nuestro país, esta vez con The revenger’s tragedy; o Julio Manrique que junto a Pere Arquillué nos presenta Jerusalem tras su paso por el GREC, quienes además han producido junto a la Sala Beckett, Como una perra en un descampado de Claudia Cedó que dirigirá Sergi Belbel.
Unos platos principales que vendrán acompañados de nombres como los de José Carlos Plaza que traerá una versión de Divinas Palabras con María Adánez, un tándem como el de Magüi Mira y José Sanchis Sinisterra con Naufragios de Álvares Núñez (o la herida del otro) o el muy potente conformado por Juan Mayorga y Andrés Lima, una nueva oportunidad de recuperar la celebrada El chico de la última fila.
Pero ahí no queda la cosa, esta es la temporada del relevo, y el CDN se ha propuesto acatar reformas, no hay más que ver su cartel promocional, toda una declaración de intenciones, dejando patente las ganas de derribar tabiques que nos descubran nuevas estancias con vistas renovadoras, algo que se traduce en un buen ramillete de nombres de artistas contemporáneos como Antonio Rojano y Víctor Conde con Hombres que escriben en habitaciones pequeñas; Carolina África que estrena Otoño en Abril, segunda parte de Verano en Diciembre, que tendremos oportunidad de recuperar; María Velasco y Javier Giner con Taxi Girl; Pablo Messiez que se lanza con Los días felices de Beckett contando con Fernanda Orazi y Francesco Carril; también descubriremos Las Bárbaras de Lucía Carballal; Noche oscura dirigida por Salva Bolta; a Voadora colaborando con Lola Blasco en Siglo mío, bestia mía; o Man Up, lo nuevo de las incombustibles Teatro En Vilo.
Esta también será la temporada en la que el CDN abre sus puertas a nuevos lenguajes como los de Malala Producciones con Querido capricho; temas sociales como la ecología con Pulmones dirigida por José María Esbec; miradas sobre la transexualidad en Transformación, firmada por Paloma Pedrero; el tema de los desahucios y la vivienda en Inquilino (Numancia,9 2ºA) de Paco Gámez o Tribus de Nina Raine y dirigida por Julián Fuentes Reta, propuesta que incluye la lengua de signos para reflexionar sobre cómo nos comunicamos.
Una temporada paritaria en la que el ciclo En Letra Grande estará dedicado a la figura de mujeres como Concepción Arenal, María Lejárraga, con Firmado Lejárraga de Vanessa Montfort, única reposición de la temporada, Teresa Gracia y Ana Diosdado; además de dos propuestas sobre la figura de Elena Fortún.
Otros ciclos que no faltarán será Una Mirada Diferente, Una Mirada al Mundo o Titerescena, además de los talleres del Laboratorio Rivas-Cherif y la Vigésima edición del Salón Internacional del Libro Teatral.
Texto José Antonio Alba / @joseaalba
Fotografías cortesía del CDN