Hablar de «regreso», ahora que se reanuda la programación en los teatros, para referirnos al Teatro La Abadía sería caer en un error porque realmente no han abandonado la actividad desde que se decretara el estado de alarma a mediados de marzo. Cuando no se pudo continuar sobre el escenario, se pusieron manos a la obra para poder encontrar la manera de poder ofrecer al público nuevas vías desde las que continuar disfrutando de las artes escénicas en acto de resistencia y supervivencia. «Solo ha sido posible porque La Abadia es una casa de creadores» comentaba Carlos Aladro «En el momento de quedarnos solos, los teléfonos y los ‘skypes’ estallaron en un sinfín de ideas» explicaba ayer su director artístico durante el acto de presentación de temporada «Los artistas son los innovadores y nos impulsaron a nosotros». De ahí surgió el proyecto #TeatroConfinado, una propuesta virtual que ha ido lanzando diferentes propuestas. Nacho Aldeguer, Israel Elejalde, Irene Escobar, Luis Bermejo… fueron dejándose caer por las pantallas de nuestros dispositivos para que el teatro no cayera en el olvido.
«Esta crisis, este shock, lo puso todo a prueba, sobre todo nuestra flexibilidad» comentaba un Aladro agradecido y en varios momentos visiblemente emocionado que, junto al equipo de La Abadía, ha aprendido a adaptarse y saber sacar provecho de la adversidad. Y ahora que todo apunta a una realidad diferente, apuestan por encontrar un equilibrio «Os proponemos en este otoño/invierno esta combinación entre lo consolidado y lo emergente», decía sobre esta programación confeccionada entre lo virtual y lo presencial que podremos disfrutar tanto desde las butacas como desde nuestras casas.
En lo que se refiere a la programación presentada, de septiembre a enero, encontramos trece propuestas que van desde la particular mirada de Àlex Rigola, que pasa a ser artista residente de La Abadía, sobre La Gaviota de Chejov o la reflexión sobre la muerte de Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero, que formará parte de la programación del Festival de Otoño, pasando por la cita ya tradicional con Best of BE festival; o el proyecto de establecer diálogos entre música y teatro con la primera colaboración entre La Abadía y el Teatro Real programando Marie «que nace con la voluntad de reflexionar el nuevo camino que debe tomar la opera» o el torrente escénico de La transfiguración del Mastodonte con Asier Etxeandía y Enrico Barbaro.
Las compañías asociadas volverán a ofrecer sus trabajos, algunos de ellos ya vistos en la anterior temporada como Delicuescente Eva de Grumelot o Sea Wall con Nacho Aldeguer, pero también habrá ocasión de descubrir Quijotes y Sanchos, la nueva experiencia itinerante firmada por [los números imaginarios] con la que podremos recorrer Madrid y que supondrá una manera de «resignificar la ciudad y pensar qué es acompañar y donde están los límites».
La temporada, además contará con varios estrenos absolutos, desde la versión del Mío Cid protagonizada por José Luis Gómez «Una de las ultimas grandes aventuras de mi vida profesional» comentaba el anterior director de La Abadía; Los que hablan de Pablo Rosal, con Luis Bermejo y Malena Alterio, una colaboración con el Teatro del Barrio o Swimming pools, creación de Sleepwalk Collective. Otras compañías que harán su aparición dentro de la programación serán Matarile Teatro que regresa, después de la anterior edición del Festival de Otoño, con Daimon y la jodida lógica o la instalación de Jesus Nieto Renom Ram que se mueve entre la poesía y la investigación.
La ventana creada con #TeatroConfinado continuará abierta a partir de octubre, gracias según Aladro al «deseo de seguir utilizando esta oportunidad, creando masa critica», además de continuar siendo una de las sedes del Festival de Otoño y espacio colaborador de Suma Flamenca.
Sobre los espectáculos suspendidos a causa del Coronavirus, Aladro nos sacaba de dudas anunciando que «Todos tendrán su momento», siendo reprogramados desde el próximo septiembre hasta comienzos del 2022.
José Antonio Alba / @joseaalba
