Feminismo, ¡hazles reír!

José Antonio Alba

Muchos son los cómicos y cómicas que dicen que la risa es la mejor manera de denunciar y enfrontarse a los problemas, ya sean asuntos personales o sociales. Ahí radica el éxito de un género como el Stand Up porque, cuanto más se identifica la gente con el tema del que se habla, más gracia le hace. Quizá sea por eso que actualmente las cómicas comienzan a ser mucho más visibles y a ocupar el lugar que siempre debieron haber ocupado. El movimiento feminista ha comenzado a hacer añicos esos techos de cristal que marcaban la desigualdad dentro de este género cómico que, hasta ahora, y dicho de manera vulgar, era «un campo de nabos». No hay más que mirar la cartelera de Madrid para comprobar la cantidad de artistas femeninas que están subiéndose a los escenarios para hacernos reír con sus monólogos. Pero… ¿esto es realmente así? O como no tenían la visibilidad que les correspondía, ¿ahora nos parece que ya han roto las barreras que se lo impedía?

Si echamos un vistazo un poco más detenidamente, podemos ver que, efectivamente, muchos son los teatros y los bares donde la programación ofrece diversidad de artistas sin distinción de género, pero ¡ay! si miramos en la web de templos del Stand Up como La Chocita del Loro o espectáculos como La Noche del Club de la Comedia, comprobamos que las mujeres, o son las presentadoras, o encontramos una única cómica programada, dos a lo sumo, dentro de un elenco aplastantemente masculino. Esto hace cuestionarse si es al público al que no le interesa el humor hecho por mujeres o si la falta de demanda viene dada por estar relegadas a un segundo plano ¿Será por eso que el programa Las que faltaban en #0 de Movistar+ ha sido cancelado? ¿Qué sucede? ¿Las cómicas no resultan tan atractivas para el público como los cómicos? Es cierto que no siempre es así, si seguimos buscando, encontramos las sesiones de Riot Comedy, que podemos ver en el Palacio de la Prensa, noches de micro abierto exclusivamente femeninas, creadas y presentadas por Penny JayG que han pasado de ser algo minoritario a tener cada vez más repercusión entre el público.

Cada vez son más las cómicas que podemos ver en la cartelera, pero aún queda mucho camino antes de afirmar que la igualdad ha llegado al terreno del humor. De todos modos, desde Teatro Madrid hemos preferido que sean ellas: las Cómicas, quienes hablen sobre esta situación y, a través de las voces y la experiencia en primera persona de Marta González de Vega, Virginia Riezu, Asaari Bibang, Paloma Jiménez y Ángela Conde (Las Raras), conocer su situación particular dentro del oficio. Cinco puntos de vista distintos que nos invitan a la reflexión y a conocerlas un poco más:

Teatro Madrid.- Antes de comenzar, ¿podrías presentarte y explicarnos cuál es el tipo de espectáculo que realizas?

MGV.- Soy Marta González de Vega, guionista y actriz. He sido coordinadora de guion de El club de la comedia y de distintas series de televisión, y guionista y actriz de la película Padre no hay más que uno, de Santiago Segura.

Mi espectáculo De Caperucita a loba en solo seis tíos es un show unipersonal que mezcla teatro, Stand Up Comedy  y algunas sorpresas.

VR.- Soy Virginia Riezu, actriz y cómica. Realizo un espectáculo de stand up que se llama Para ser mujer eres bastante graciosa en el que de forma autobiográfica analizo diferentes temas (la belleza, el éxito y el fracaso, el síndrome del impostor, la sexualidad, la familia, el amor, la soltería, ser chica/o puente…) con un tono feminista e irónico y con toques de humor negro en el que incluyo canciones, videos e interactuación con el público.

AB.- Soy Asaari Bibang, actriz y cómica, en la actualidad estoy en cartel con mi espectáculo La Negra Batalla un monólogo cómico sobre las situaciones absurdas y disparatadas que tienen lugar cuando se cruzan dos culturas.

PJ.- Somos Paloma Jiménez, actriz, imitadora en Homozapping, guionista, monologuista y clown y Ángela Conde, actriz e improvisadora. Somos “Las Raras”, un dúo cómico. Nuestro show es un espectáculo de sketches cómicos, protagonizado por un sin fin de personajes cargados de humor negro y filosófico. Pero básicamente lo que hacemos es transformar la mierda en abono, nos gusta llamarlo así, jeje.

TM.- La oferta de espectáculos cómicos, hasta hace poco, era mayoritariamente masculina, pero las mujeres cómicas comienzan a posicionarse, ¿qué es lo que ha tenido que ocurrir para que esto sea así?

MGV.- Yo creo que hay un cambio de mentalidad social que afecta a todos los ámbitos, y se nota en todos ellos. Creo que es un cambio de mentalidad general. De todas formas, en mi caso concreto, llevo veinte años en la profesión, y debo decir que siempre me he sentido muy valorada profesionalmente. Empecé a el espectáculo hace cuatro temporadas, cuando decidí hacerlo, no sé si de haberlo hecho antes me hubiera ido bien o no, pero la realidad es que no ha sido ahora porque antes estuviera limitada en ningún sentido. Estaba ocupando otros espacios como guionista.

VR.- ¡Siguen siendo mayoritariamente masculinos! esa es la cruda realidad; y tanto hombres como mujeres están acostumbrados a comprarse entradas para ver espectáculos masculinos de comedia. Somos una punta de lanza las mujeres que nos atrevemos a autoproducirnos y ponernos en un escenario, sin ningún tipo de ayuda, sólo porque sentimos que es lo que queremos hacer y donde queremos estar.
Por un lado esto ha ocurrido porque las mujeres cómicas han empezado a penetrar en todos los estratos de la comedia: ya hay muchas en los opens, (primer escalón de la comedia donde se prueba texto); empieza a ver cómicas auto producidas en teatro y nos falta el asalto al poder: cómicas llenando teatros grandes, cómicas presentando programas de comedia.

AB.- Creo que el movimiento feminista ha tenido mucho que ver en que el público se cuestione por qué a las mujeres se les excluye de ciertas actividades, de ciertos espacios. Y no solo ha conseguido que nos lo empecemos a cuestionar sino que nos ha dado el empuje para reclamar otros discursos, otros puntos de vista. Que el Stand Up esté de moda también ha ayudado mucho y no se le puede restar mérito a las redes sociales y demás plataformas, pues han permitido que los artistas en general puedan hacer llegar sus proyectos al público sin intermediarios y con cierta repercusión.

PJ.-  Personalmente siempre he visto que abundaban más los hombres en la comedia, pero eso no me ha parado, he seguido mi camino, porque yo sin hacer comedia, no puedo vivir, y aquí sigo, nadie me para, nadie nos para. Creo que hemos de seguir haciendo comedia, las que somos cómicas en cualquier sitio, donde nos dejen y poco a poco, espero, se irá acostumbrando el público a que la comedia no solo la hacen los hombres. Yo trabajé en Las Noches del Club de la Comedia y todo eran hombres, y solo 2 mujeres… Creo que hay mujeres buenas y malas en la comedia, y hombres buenos y malos en la comedia, pero se le dan más oportunidades al hombre, porque piensan que es arriesgar mucho dándole el papel a una mujer. Creemos que hemos avanzado pero no hay más que ver cómo está el país y quien lo gobierna…Y las barbaridades que se siguen diciendo. Este año me he ido del cine dos veces a mitad de la película, creyendo que iba a ver una “comedia”, salían los mismos hombres cómicos de siempre y los guiones terroríficamente machistas.

AC.- Cómicas ha habido toda la vida, simplemente ahora somos más visibles. Creo que toda la sociedad está viviendo una revolución en este sentido y en la comedia se está notando. Las mujeres ya no nos conformamos. Una de las cosas más importantes, a mi parecer, es la percepción de que todo lo masculino es neutro, para todos los públicos, y que lo que femenino sólo es para mujeres. En muchas ocasiones nos preguntan si hacemos humor para mujeres, dudo mucho que a otros dúos cómicos masculinos les hayan preguntado si hacían humor para hombres. Nuestro humor es para todo el mundo

TM.- ¿La comedia entiende de géneros? ¿Hay diferencias entre lo que pone en escena un cómico a lo que pone una cómica?

MGV.- No hay ninguna diferencia entre géneros. Yo como guionista he escrito para la mayoría de las caras masculinas más famosas del país, y muchos compañeros hombres han escrito para mujeres. Y en cuanto a las temáticas, exactamente igual.  Suele achacarse a la mujer hablar más de relaciones o de hombres, pero no es cierto, los hombres hablan tanto de relaciones como las mujeres, y yo personalmente, toco todos los temas. En Caperucita hablo de relaciones, pero “En Padre no hay mas que uno” escribo sobre la infancia y la familia, y en una nueva obra que estrenaré muy pronto, sobre muerte y religión.

VR.- La comedia entiende de hacerlo bien o de hacerlo mal; de hacer reír o de no hacer nada de gracia. Partiendo de esa base por supuesto que el punto de vista de las cómicas es diferente: vamos a contar puede que los mismos temas que ellos pero desde nuestro punto de vista, desde la mujer, y os aseguro que hay muchas mujeres de público esperando esto.

AB.- El género influye en la forma de ver y vivir ciertas cosas, pero no define quienes somos. Otra cosa es que el ser mujer suponga haber estado sujetas a ciertos roles, clichés y prejuicios que hayan influido en la forma en la que el público recibe nuestra comedia. Pero es algo que indudablemente está cambiando a mejor.

PJ.- La comedia es comedia para todos. Nunca he pensado: «Ay, mira, como soy mujer voy a hacer comedia para mujeres» ¡Es absurdo! Soy persona antes que mujer, y ser humano antes que persona…o eso creo…jejeje. Pero claro, siempre voy a hablar desde mi experiencia, y tratamos temas que evidentemente afectan a la mujer, pero exclusivamente no nos centramos solo en eso, qué aburrido y monótono sería. Hay muchos más temas que nos afectan a todos por igual. ¿Qué si hay diferencias entre lo que pone en escena un cómico a lo que pone una cómica? Depende de la persona, depende de cómo vea el mundo. He visto hombres cómicos reírse de ellos mismos y mujeres riéndose de ellas mismas también, la inteligencia emocional y no caer en los estereotipos es fundamental para mi en la comedia.

AC.- La comedia entiende de sentido del humor y ya está. Para empezar tenemos que partir de la base de que nos han enseñado que sólo hay dos géneros cuando la realidad es que el mundo no es exclusivamente dual. Nosotras somos mujeres, pero no todas las mujeres tienen la misma visión del mundo, lo que aportamos a la comedia no tiene que ver con nuestra feminidad, si no con algo más personal.

TM.- ¿Se os exige y se os critica de forma diferente a vuestros compañeros?

MGV.- No lo creo. Creo que sí puede haber cierto prejuicio a priori (al menos lo ha habido hasta ahora) pero desaparece en el momento en que empiezas a actuar o te empiezan a leer. Como digo siempre sobre este asunto, el prejuicio solo sobrevive en la generalización. Y cada vez sobrevive menos incluso en ella, porque los ejemplos de mujeres que lo destruyen son cada vez más.

VR.- Tenemos todos una mirada masculina, fruto de nuestra educación y nuestra herencia histórica; no voy a echar la culpa al público porque yo también formo parte de esa masa; mi mirada es optimista y se basa y basará en el trabajo: estoy trabajando en tener un texto muy bueno y siempre creo que hay una grieta por la que entrar al sistema, sin traicionar tus principios.

AB.- No me cabe duda de que sí, a las mujeres se les exige mucho más. Porque no partimos de 0, partimos de la poca predisposición del público y demás gente implicada a decantarse por una cómica frente a un cómico varón. Derrotar todo ese prejuicio es un trabajo invisible que se hace antes de atreverte siquiera a subir al escenario y que está allí. Aunque como siempre digo, la comedia tiene la magia de que si te hace reír, te hace reír. Y por eso merece la pena, porque a pesar de todo hay una especie de justicia poética.

PJ.- Yo me he sentido valorada o desvalorada igual por una mujer que por hombre. He tenido mujeres directoras maravillosas y mujeres maltratadoras a mi lado, y con los hombres igual, directores que son increíbles y directores de, ¡Hasta nunca majo! Creo que hay que empoderarse ya, esa palabra que está tan de moda ahora, y que la deberíamos haber explotado hace muchos años.Tienes que ponerte en tu sitio y hacerte respetar, este mundo es cruel, y no puedes mostrar tu vulnerabilidad a todo el mundo, seas hombre o mujer, la sensibilidad está mal vista, o mal entendida, cuando es el mayor tesoro para un artista.

AC.- Sí que es cierto que en ocasiones he escuchado aquello de “Para ser mujer eres bastante graciosa”, que hay cierta presión estética que ellos no tienen, que a veces el público busca la sensualidad en tus espectáculos y se pueden pasar con algunos comentarios o que algun@s periodistas te hacen preguntas que a un hombre nunca le harían, pero por lo general, en cuanto a l@s compañer@s que he tenido no puedo decir que haya tenido malas experiencias.

TM.- ¿Qué papel crees que tiene el público en todo esto?

MGC.- Eso es como preguntar qué fue primero, el huevo o la gallina. Jaja. El cómico/a y el público se retroalimentan. A un buen producto, el público acude más, cuanto más acude, más se abre a otros posibles buenos productos. Pero somos los cómicos los encargados de hacer ese producto que le llegue, es nuestro trabajo. Y el buen trabajo de los compañeros y compañeras hace mucho por los demás, porque anima a la gente a consumir más comedia. Así que en conclusión, somos los cómicos los que debemos asumir la principal responsabilidad: por nosotros, por nuestros compañeros, y por el público.

VR.- El público no es idiota y cuando haya un show sin fisuras, se pondrá el no hay entradas y se acabó. Ya ha habido un asalto al poder con De Caperucita a loba en solo seis tíos porque lo ha petado. Espero seguir su ejemplo.

AB.- Creo que el público es víctima de una cultura machista como lo somos todos y todas. Tenemos que erradicar esa concepción absurda de que las mujeres no somos graciosas.

PJ.- Una vez un chica me dijo al salir de otro espectáculo que hago de monólogos: «¡Ay me ha gustado! ¡Y eso que a mi los monólogos de mujeres no me gustan!» Y pensé: «Madre mía, esta mujer no sabe lo que dice, o no lo ha pensado antes de hablar» ¡O puede que sea hasta machista! Hasta nos han llegado a decir a la salida: «¡Anda pero si sois guapísimas!! ¿Por qué os afeáis tanto en el escenario?» Me dan ganas de decirle: «Porque mi objetivo como actriz y guionista, no es salir en la portada de una revista, ni explotar la imagen de que la mujer ha de ser bella siempre» Detesto esa imagen que se tiene de la mujer y que a la vez muchas mujeres creen que lo más importante es estar bella y perfecta siempre, cuando yo creo que es maravilloso restarle importancia al físico y dársela a lo que queremos realmente transmitir. Admiro a Silvia Abril por ejemplo, porque es fuera de lo común, si tiene que ponerse fea para hacer reír lo hace y lo hace de maravilla, si tiene que ponerse sexy, porque el papel lo requiere lo hace y es la más sexy de todas, y eso es actuar, y transformarse, no hacer siempre de chica mona. El físico cambia con los años, la interpretación es otra cosa. También un hombre me tiró los tejos en un espectáculo y pensé…¡La gente está fatal! ¿¿De verdad me estoy teniendo que sentir acosada en mi propio espectáculo, en el escenario con un público de 200 personas como testigo??? Hay que poner una asignatura obligatoria ya en las escuelas: 2Como no ser machista y acosador al mismo tiempo».

AC.- En una ocasión estando Paloma y yo actuando en el festival de teatro de Enciso, en el que por cierto ganamos el premio del público, un hombre intentó boicotearnos el espectáculo, silbándonos cada vez que nos cambiábamos de ropa, era visible para el público, y soltando frases a cada cual más machista y desagradable. Lo que no sabía este señor es que nos estaba haciendo un regalo precioso, porque aquello nos llevó a improvisar y dejar en evidencia su actitud ante todo el público, al que nos metimos en el bolsillo con todo nuestro amor y nuestro humor. Afortunadamente la gran mayoría de las personas ya son muy conscientes de que estas actitudes no se pueden tolerar y lejos de apoyar esta actitud, la señalan con el dedo sin ningún miedo.

TM.- Como artista, ¿te has sentido excluida por el hecho de ser mujer?

MGC.- Si alguna vez lo he podido sentir ha sido muy puntualmente y siempre entre quien no te conoce. Con todos los profesionales, hombres y mujeres que he trabajado, no solo no me he sentido discriminada sino muy respetada, esa es la verdad. He sido coordinadora de guion de todos los equipos en los que he trabajado, y esto lo remarco, no para presumir, jaja,  sino para avalar lo que digo. Mi experiencia personal es esa, y llevo en esto veinte años. Me alegra mucho que sea cada vez más, la de más mujeres.

VR.- Como cómica me he ido de trabajos donde no se me ponía en el lugar que me correspondía como cómica por mi trayectoria, y donde se me pagaba menos, así que sí. Pero no me he quedado en ese trabajo ni me he instalado en la queja: Esto existe, voy a sortearlo. Voy a demostrar que puedo y valgo, aunque mi camino parezca más incómodo.

AB.- Sí.

PJ.- No, yo no. No he tenido esa suerte, de lo contrario ya habría escrito un espectáculo de ello, ya te digo que yo lo que hago es transformar los dramas en comedia, y como se me cruce por el camino algo así…¡Zas! Lo transcribo y lo convierto en algo público para ridiculizarlo.

AC.- Bueno, es cierto que hay papeles que parecen estar reservados exclusivamente para hombres. Últimamente cuando me envían una separata para un casting, suelo preguntar si puedo hacer los papeles escritos para los hombres porque son absolutamente compatibles con mi género, pero igual al equipo (guión, producción, dirección de casting) ni se les había pasado por la cabeza que una mujer pudiera ser policía, arbitra o terrorista, por poner un ejemplo.

TM.- ¿Desde dónde enfocas tu lucha por la visibilidad de la mujer dentro del género?

MGC.- Pues la enfoco haciendo lo mejor que puedo mi trabajo. Todos luchamos por nuestra propia visibilidad como buenos profesionales, y al ser mujer, eso repercute en la visibilidad de la mujer en general como consecuencia, y en ese sentido me alegro mucho de que así sea. La mejor forma de luchar por algo es tu trabajo y tu ejemplo. Que sea tu trabajo él hable por ti. Y por supuesto siendo solidaria en el reconocimiento del trabajo de las muchas y grandes profesionales que hay.

VR.- Desde trabajar cada día por anular ese síndrome del impostor que nos acecha a todas las mujeres: codearme con mis compañeros cómicos de igual a igual, trazar el mismo camino que han pasado ellos, vivir las mismas experiencias y llegado el momento si hay obstáculos, autoproducirme, ser mi propia jefa tomar mis propias decisiones con mis criterios artísticos, estéticos y comerciales.

AB.- El simple hecho de subirme al escenario haciendo comedia ya es una declaración de intenciones. Estar y lograr ciertas metas, es feminismo y el feminismo debe representar a todas las mujeres, todas. Así que cuanto más diverso sea el género, mejor.

PJ.- Yo no lucho. Yo trabajo cada día. Que no es poco. No me lo tomo como una lucha, si no, estaría muy cansada, hay que trabajar y transformar, y poco a poco irá cambiando ¿No? ¿O qué? Yo que se…

AC.- Visibilidad, trabajo duro, constancia y dignidad. Y no callarse, la comunicación es fundamental.

TM.- ¿Encuentras apoyo en tus compañeros hombres?

MGC.- Sin duda alguna. Todo el apoyo y todo el respeto. Y debo decir que mis compañeros son los primeros estupefactos con el hecho de que alguien pueda no hacerlo. También es cierto que mis compañeros son cómicos y guionistas de humor, y por tanto, de los hombres más inteligentes que conozco, jajaja. Hace falta mucha inteligencia y mucha empatía para hacer el gran humor que hacen muchos de mis compañeros, y eso es precisamente lo mismo que hace falta para vencer los prejuicios.

VR.- La verdad que sí, el 90% de los cómicos que me he encontrado me han apoyado. Pero no dependo de ninguno de ellos. Ayer me decían desde un «open» que intentan programar por igual el número de chicos que chicas; cada vez hay más conciencia en ellos también, nos toca a las mujeres ser valientes y subirnos a escena.

AB.- Sí, siempre hay compañeros que te recomiendan y cuentan contigo.

AC.- Además de Las Raras, pertenezco a otras dos compañías Doctores de la Impro y Bicharracos, en ambas mis compañeros son hombres, y solo tengo palabras bonitas para ellos. Cuando alguna vez me he podido sentir incómoda o tratada de manera distinta, cuando he necesitado apoyo como mujer, en mi embarazo o porque no me encontraba bien con la regla, porque debido a la maternidad necesitaba una gestión del tiempo distinta a ellos, mis compañeros han sido, eso, compañeros. Puedo decir con orgullo que me he rodeado de personas de gran calidad humana.

PJ.- Depende del hombre, es que generalizar no me parece muy buena idea. De todas formas hay que rodearse de gente buena, hombres y mujeres, porque si te juntas con seres oscuros no creo que encuentres mucha luz. En la actualidad me rodeo de gente bonita, gente que se alegran de mis éxitos, hombres y mujeres, con los que comparto y crezco. Gente buena hay poca, pero la hay.

TM.- ¿De qué manera crees que se podría erradicar la desigualdad dentro de las artes escénicas?

MGV.- Creo que ya está pasando. Creo que en general no las hay en el ámbito de la ficción, y que si las ha habido hasta ahora en el ámbito del stand up comedy, están desapareciendo también, como estáis comprobando.

VR.- Desde la acción, desde ponerte manos a la obra, desde no escuchar lo que hagan o digan los demás, escucharte a ti misma y lanzarte, las mujeres nos tenemos que lanzar más. Como dice esta frase que me encanta: ”La cuestión no es quién me lo va a permitir si no quién me va a parar.” Creo que llega un momento que hay que dejar de discutir las cosas y hay que ir a por ello. Y como siempre desde la educación: Que Las niñas y jóvenes de ahora se las eduque para ir a por las cosas.

AB.- Yo estoy a favor de esos proyectos con cuotas de equidad, confío en que dentro de poco impere el sentido común y ese tipo de propuestas no sean necesarias. Sería fantástico que el género, la etnia o la religión dejaran de ser un factor frente a lo realmente importante; el talento.

PJ.- Yo no lo sé, pero si sé que una persona con fe no tiene límites, y que cada vez somos más las personas que hacemos que este mundo loco sea con un poco más con sentido común.

AC.- Vamos por buen camino, las mujeres tenemos que seguir currando y no venirnos abajo, demostrar que tenemos mucho que aportar y no tolerar ningún tipo de abuso, hay que perder el miedo a que nos tachen de feminazis por exigir lo que nos merecemos.

TM.- ¿Desde la risa se pueden ganar batallas?

MGV.- La risa gana las batallas sin emprenderlas. Las dinamita desde dentro. Es un misil súper preciso que va al corazón del polvorín y destruye cualquier posibilidad de pelea.

VR.- La risa es una gran arma para ganar la batalla de la igualdad, lo dice la escritora Caitlin Morán (cuya lectura recomiendo) en sus libros: «Es muy duro discutir con alguien que te está haciendo reír».

AB.- Absolutamente, empezando por uno mismo. No me cabe duda de que la risa cura.

PJ.- Totalmente, se puede ganar todo.

AC.- Creo que nos vamos a quedar con esa frase para nosotras, pero sin interrogación, ¿Verdad Paloma? jajajaja

José Antonio Alba / @joseaalba

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José Antonio Alba
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