ESTRENO ABSOLUTO EN EL TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO

Íñigo Guardamino: «Trabajos sucios son los que no devuelven nada a la sociedad»

El dramaturgo y director bilbaíno estrena la comedia negra 'Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)'

Amanda H C
Íñigo Guardamino presenta 'Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)' en el Teatro Quique San Francisco en Madrid

El director y dramaturgo Íñigo Guardamino estrena su nueva comedia negra con un rider como protagonista.

De entre todos los términos contemporáneos que el siglo XX nos ha traído, hay uno que empieza a despuntar hoy en día, aunque ya se lleve usando desde hace más de 10 años. La economía colaborativa llegó para quedarse. Tanto, que es el tema central de la nueva obra de Íñigo Guardamino, que se podrá ver del 23 de marzo al 23 de abril en el Teatro Quique San Francisco. Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo) mezcla relaciones familiares y personales con trabajos precarios, a través de la historia de un rider, un repartidor cualquiera de los que vemos cada día marcando el asfalto.

El dramaturgo y director bilbaíno escribe sobre la lucha por ser alguien y sobre la precariedad constante con la que se sobrevive en la actualidad. Álex Villazán se calza el día a día de un repartidor veinteañero que tiene que lidiar con un trabajo sin expectativas, además de con su pareja, su familia y, en general, con una vida de la que no tiene las riendas. Belén Ponce de León, José Emilio Vera y Katia Borlado completan el elenco y se turnan en diferentes papeles que rodean al protagonista.

Este estreno absoluto llega en forma de comedia negra, un tono bastante asociado ya a Guardamino. TeatroMadrid ha charlado con él de este nuevo trabajo y de cómo se relaciona su obra con la sociedad de hoy en día, en la que la ley de la oferta y la demanda tiene su imperio. El creador comenzó a pensar en escribir esta pieza en el “ambiente apocalíptico de la pandemia, como de ciencia ficción”. Se contagió de covid a principios de marzo de 2020 y solo, enfermo y recluido en su casa, recuerda que “las únicas personas a las que veía eran los riders, los que se exponían. A partir de ahí, me interesó el tema, me fui enterando de las condiciones laborales y me dio por escribir esto”.

Economía precaria, amor y riders, ¿cómo casa todo esto?

La economía colaborativa es el marco de la historia humana que se cuenta en la obra. Es una historia de amor, de personajes que buscan su sitio con la nueva economía colaborativa de fondo, la cual les afecta por las circunstancias que nos tocan a todos.

Íñigo Guardamino presenta 'Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)' en el Teatro Quique San Francisco

‘Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)’ expone el día a día de un rider y sus problemas personales.

El motivo para escribir esta obra fue ¿por cercanía o por interés general?

Hablo un poco de la deshumanización que nos está tocando en los entornos laborales, de horarios psicodélicos, de mensajes fuera de horario. La vida laboral, hoy en día, cada vez es más complicada y más frágil. Cada vez hay menos protección social y más horarios y conciliaciones imposibles, y llegar a fin de mes o intentar cumplir el sueño español de tener un piso o una familia, poder tener una vida decente, es algo bastante complicado. Y tampoco se trata de romantizar el pasado. Es un poco reflexionar sobre ello y sobre cómo cada vez el factor humano es más desechable y las máquinas, los algoritmos, son los que cuentan. El ser humano se está volviendo más prescindible o forma parte del engranaje. A la vez, también quería hacer una historia que interesase.

¿De qué habla el subtítulo de la obra (pero alguien tiene que hacerlo)?

Yo quiero hablar de dos cosas: de las empresas o de los que montan los trabajos y de las situaciones que crean, por un lado; y de que uno no se forra si otro no quiere, por otro. Esto funciona porque la gente pide a domicilio. ¿Qué nos hace pedir sabiendo que hay esa explotación? ¿Es debido a que nos queremos sentir poderosos, mandar a alguien…? Quería dar esos dos puntos de vista. Amarte es amar al consumidor, como trabajo sucio. Me gusta que la gente se haga preguntas cuando va al teatro y esta obra está para ello, para que veamos que situaciones como la de este protagonista existen.

¿Cómo habéis creado la escenografía?

La hemos trabajado de una manera urbana, desde las oficinas de los riders, un paisaje urbano austero. Me gustan las escenografías funcionales y dar protagonismo a los actores y a lo que van a contar.

¿Cuál es el trabajo más sucio que puede existir en la actualidad? ¿Y el más limpio?

Yo creo mucho en los grises, no en las cosas blancas o negras. Admiro mucho a la gente que hace trabajos desinteresados y por los demás. Tienen mi máximo respeto. Trabajos sucios son los que intentan hacer daño a la gente, los que no dejan ningún tipo de provecho, los que no devuelven nada a la sociedad. Pero en todo esto, siempre hay grises. Una persona que trabaja en un hospital de leprosos puede estar haciéndolo para que digan lo bueno que es, por ego, y una que esté en banca de inversiones puede estar haciéndolo para crear riqueza y bienestar social.

Íñigo Guardamino presenta 'Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)' en el Teatro Quique San Francisco

Álex Villazán, Belén Ponce de León, José Emilio Vera y Katia Borlado forman el reparto de ‘Amarte es un trabajo sucio (pero alguien tiene que hacerlo)’.

Ahora que en esta economía colaborativa abundan tanto las encuestas de satisfacción, aquí va una pequeña:

¿Has encontrado las respuestas que esperabas durante el trabajo de esta obra?

Todavía buscando.

¿Cómo calificarías tu experiencia en el gremio del teatro? (Del 1 al 5, siendo 1 la más baja y 5 la más alta)

4, por la sarna y por el gusto.

¿En qué medida crees que el público podrá sentirse identificado con lo que esta obra cuenta?

Es una historia humana, de personas. Escribo obras que me gusta ver. Y me gusta que me hagan pensar, a la vez que me entretengan y me lo pase bien, sin insultar mi inteligencia. Y me encantaría que mi público fuera así.

¿Qué probabilidad hay de que recomiendes a las nuevas generaciones dedicarse al teatro?

No creo que alguien que quiera dedicarse al teatro o a algo creativo tenga que seguir consejo; porque si quieres ir por ese camino, lo sabes, y si no, también lo sabes. No creo que haya mucha elección. Otra cosa es que, por circunstancias, no puedas hacerlo, por cosas de la vida. La sociedad tiene suerte de que haya gente como nosotros para que otros ocupen los trabajos buenos (risas).

¿Cuál es tu parte favorita de esta obra?

Me está gustando mucho ver cómo los actores habitan ya los personajes porque es bonito y tiene una parte mágica. No tengo parte favorita. Suelo ver todas las funciones y cada una es distinta; es la maravilla del teatro. Por mucho que lo haya visto, no deja de sorprenderme que del papel se convierta en verdad.

¿Con qué frecuencia vas al teatro?

Una vez a la semana, mínimo. Voy mucho, pero no creo que al cabo de un año haya visto tantas obras buenas. Pero está bien ver de todo.

Más información y venta de entradas:

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Me siento más a gusto en el teatro que en mi casa.

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